jueves, 18 de octubre de 2007

Mecanismo diabólico

El mecanismo de una cisterna -dijo el padre de Teresa invitándole a asomarse al interior- es diabólico. La vocación de la cisterna es desbordarse y gracias a ese deseo comienza a llenarse sin advertir que, a medida que el agua sube, asciende con ella esta especie de flotador, ¿no ves?, que cierra el grifo poco a poco, para que ella no se entere. Y en un momento determinado, cuando el agua alcanza el nivel que nosotros hemos decidido, no el que ella desea, ¡zas!, se cierra. Su ambición cierra el grifo, pero sin ambición ni siquiera empezaría a llenarse. La mata lo mismo que le hace vivir, como a tantos de nosotros. Lo que te digo: un mecanismo diabólico, perverso. Espera a verlo funcionar.


Fragmento de No mires debajo de la cama * Juan José Millás

1 comentarios:

Uno, trino y plural dijo...

No puedo editarlo para que salga más grande la letra...
si alguien pudiera hacerlo por mi lo agradecería, que llego tarde a entrenar.

¡Gracias!

Caosmeando

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