No soy ningún amante de Sabina, es más, conozco pocas de sus canciones, pero el otro día al escuchar esta canción, por un momento mi cabeza se separó de mi cuerpo y puso a volar su imaginación intentado imaginar cada una de las grandes posibilidades que se nos ofrecen:
Al Capone en Chicago, legionario en Melilla, pintor en Montparnasse, mercenario en Damasco, costalero en Sevilla, negro en Nueva Orleans, viejo verde en Sodoma, deportado en Siberia, sultán en un harén, ¿Policía? ni en broma, triunfador de la feria, gitanito en Jerez, Tahur en Montecarlo, cigarrillo en tu boca, taxista en Nueva York, el más chulo del barrio, tiro porque me toca, suspenso en religión, confesor de la reina, banderillero en Cádiz, tabernero en Dublín, billarista a tres bandas, insumiso en el cielo, dueño de un cabaret, arañazo en tu espalda, tenor en Rigoletto, pianista de un burdel, Bongosero en la Habana, casanova en Venecia, anciano en Shangri La, polizón en tu cama, vocalista de orquesta, mejor tiempo en Le Mans, cronista de sucesos, detective en apuros conservado en alcóhol, violador en tus sueños, suicida en el viaducto, guapo en un culebrón, morfinómano en China, desertor en la guerra, boxeador en Detroit, cazador en la India, marinero en Marsella o fotógrafo en Play Boy.
lunes, 27 de abril de 2009
¿Y tú cuál eliges?
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