El pasado 2 de julio fue liberada Íngrid Betancourt, después de haber estado secuestrada durante más de seis años (desde el 23 de febrero de 2002). Su liberación fue llevada a cabo por la llamada Operación Jaque, llevada a cabo por un equipo del ejército colombiano. Aunque no fue la única rescatada, su caso es el más representativo de entre los secuestrados por las FARC. Betancourt había pasado a ser un símbolo de la resistencia a la presión que ejercen las guerrillas paramilitares en Colombia. Su carisma político junto con su doble nacionalidad (colombiana y francesa) la habían convertido en el caso más conocido, así como en el motivo por el que más presión se ejercía a las FARC en cuanto a prisioneros.
Ahora que está libre, ¿qué cambios puede haber en la actitud de las FARC? Me temo que pocos. Tal vez haya más desconfianza en las negociaciones, tal vez más irracionalidad (si es posible) en sus planteamientos. Pero su estructura sigue siendo muy sólida, como la describe Bertrand de la Grange en este artículo muy recomendable, publicado en la revista Letras Libres.
Estad atentos, el tema va a seguir dando mucho de qué hablar en los próximos meses.
domingo, 6 de julio de 2008
Las guerrillas colombianas (3)
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