lunes, 1 de diciembre de 2008
Mark Ryden
Publicado por Uno, trino y plural a las 16:56 2 comentarios
Etiquetas: arte, Mark Ryden, pintura
4:13 Dream
El 27 de octubre por fin se publicó el nuevo disco de The Cure, después de anunciar un single por mes desde mayo. Ha pasado otro mes desde entonces, he escuchado con atención todos los temas hasta nombrarlos a las primeras notas y después de las pocas expectativas que tenía con los anticipos he vuelto a sorprenderme con su música. Vamos a dar un repaso por el disco, aprovechando el concierto que dio en Roma.
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Para empezar, Underneath the Stars, de lejos el mejor tema del álbum.
Es un gran tema, de los que justifican todo un disco. Si los demás fueran como éste ahora estaría hablando de otro Disintegration. Sin ir más lejos, recuerda a Plainsong, tiene su mismo aire de encantamiento melancólico. No sé si será repetirse, para mí la canción se basta por sí sola, y vale la pena escucharla una y otra vez.
El siguiente es The Only One, el primer single que se dio a conocer del nuevo disco:
No es mala canción, se deja escuchar, es amable, para presentarse comercialmente está bien. Lástima que en el disco haya demasiadas en este tono. En directo gana mucho de lo que no tiene en la versión del disco, cosa que no sucede con Underneath the stars.
La siguiente es The reasons why:
Éste es de relleno, el disco debe tener un cierto número de temas y hay que sumar uno y otro y otro hasta llegar a las 13, número por el que gira todo el disco: el decimotercero de la discografía, los singles se publicaban el 13 de cada mes y en el título también está presente, quizás como un juego de palabras: 4:13 Dream podría ser, forzándolo un poco, "por 13 sueños".
Cuarto tema, Freak show:
No sé qué tiene pero no me gusta nada. Quizás sea cosa del batería Jason Cooper, del que en el Youtube le dicen de todo menos guapo. Menos mal que no llega a los tres minutos.
Quinto tema, Siren song:
Tiene un aire a canciones como Jupiter Crash. Es otra canción amable, cuyos dos minutos y pico son mucho más soportables que los anteriores.
Sexto tema, The Real Snow Whithe:
Aquí se deja de lado las sonrisas para mostrar la otra cara por la que The Cure es conocido, que es la de gótico, pero a medio camino de algo como Pornography. Es un sonido más oscuro, expresado con más dolor, con rabia contenida. Es la misma sensación que dejaba en The Cure (el álbum anterior, de 2004), si bien yo prefiero ésa; aquí me deja con ganas de más.
Séptimo tema, The hungry ghost:
Sin duda, uno de los mejores. Por eso me quedo sin palabras. Es algo contundente, sin estridencia, con un gran desarrollo, en el que no desentona ni siquiera el bajo machacón de Porl Thompson. Por éste y por Underneath the Stars vale la pena el disco. Pero sigamos escuchando.
Octavo tema, Switch:
Siguiendo con la tónica del sonido más contundente, aunque el resultado no sea tan bueno como The hungry ghost.
Noveno tema, The Perfect boy:
Tras la parte oscura volvemos a la luz de The only one o Siren Song y ésta me parece mejor lograda. La versión en estudio me parece mejor que ésta y aún así sigue sonando bien.
Décimo tema, This. Here and Now. With You:
Está en la misma sintonía que la anterior y le pasa lo mismo: que la versión en estudio gana, suena más nítida, sobre todo la voz de Robert Smith, que aquí suena un poco más apagada. Dicho esto, la canción da para escucharla hasta la última nota.
Undécimo tema, Sleep When I'm Dead:
Aquí no entiendo a los que se lamentan de Jason Cooper, porque para mi gusto el que se pasa de vueltas es el bajista Porl Thompson. Podría sonar mejor esta canción de no ser por la persistencia de la batidora electrónica dándole patadas a los otros instrumentos.
Duodécimo tema, Scream:
Llega el momento de despedir el disco y para eso nos preparan dos canciones en lugar de una con el sonido más tétrico del disco. Que nadie se piense que The Cure es un grupo para poner (sólo) en la MTV y los 40 principales.
Decimotercer y último tema, It's Over:
Se acabó. El disco termina aquí. Si os parece poco a mí también, yo espero más. Es decir, espero más calidad de un grupo que puede darnos grandes temas y no caer en la fácil complacencia (porque la verdadera complacencia es la de dar lo que disfrutas y no sólo lo que te gusta), y también espero un nuevo disco, de esperar un nuevo sueño. Sigue valiendo la pena.
Publicado por Uno, trino y plural a las 14:34 2 comentarios
Etiquetas: actualidad-noticias, música