lunes, 17 de diciembre de 2007

Primero conquistaremos Manhattan

Me condenaron a veinte años de hastío
por intentar cambiar el sistema desde dentro.
Ahora vengo a desquitarme,
primero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Me guía una señal en los cielos,
me guía una marca de mi piel,
me guía la belleza en nuestras armas,
primero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Quisiera estar siempre contigo.
Me gusta tu cuerpo, tu espíritu y tu ropa,
pero ¿ves esa fila que avanza en la estación?
Te dije, ya te dije,
que yo, ay que yo era uno de ellos.

Me amaste como perdedor
y te preocupa que pueda vencer.
Sabes cómo detenerme
y no me sabes tú comprender.
¿Cuántas veces recé para yo volver a empezar?

Pimero conquistaremos Manhattan,
después conquistaremos Berlín.

Recuerda que yo vivía para la música,
recuerda que de mí te mantenías.
Hoy es el día del padre y estamos heridos,
después conquistaremos Berlín.

Quisiera estar siempre contigo.
Me gusta tu cuerpo, tu espíritu y tu ropa,
pero ¿ves esa fila que avanza en la estación?
Te dije, ya te dije,
que yo, ay, que yo era uno de ellos

Seguir Leyendo...

Age of War

Age of War
El ser humano siempre ha estado en guerra y todo empezó en la prehistoria. Destruye la base de tu enemigo creando un buen ejército

Seguir Leyendo...

La "Élite" del "movimiento" anarquista madrileño

Creando un poquito, pero poquito de polémica, me gustaría desenmascarar 1 poco la hipocresía y autoridad de algunas personas que creen ser demasiado influyentes en parte del movimiento organizado anarquista de la capital.


Seguir Leyendo...


Y quiero hablar de esto porque lo conozco, lo conozco desde lo más hondo de sus profundidades, porque por desgracia he estado dentro, y aunque en un principio mucha de su demagogia y política me entró, más tarde que temprano comprendí que no es más que lo mismo, que como en casi toda la política se habla más de lo que se actúa, se critica más de lo que se construye, se roba más de lo debido.

El dinero, ese cruel enemigo que criticáis con tanta dureza entra a espuertas en vuestro local, todas esas aportaciones económicas de gente ingenua que pretende luchar por liberar a X presx entran al local para salir de él en vuestra cartera. Vuestra actitud, chulesca, prepotente con unos aires de intelectualidad de los cuales carecéis os hacen ser respetados por quien no os conoce, pero para quien os conoce, para quien ha convivido con vosotros, para quien ha estado pringando recorriéndose la geografía española en busca de material que ofrecer para hacer reflexionar a las personas, para quien sudo sangre para levantar la casika tras el paso de Non servium o para mantener un orden lógico en un concierto lleno de yonkis folloneros, para esa persona, vuestros aires no son más que la confirmación de un refrán: “Dime de lo que presumes, y te diré de lo que careces”.

Tanta anarquía decís que fluye por vuestras venas cuando no falta el momento en el que critiquéis a quien no comulga con vuestras ideas.

Lo peor de todo es que yo creí que erais mis amigos, lástima de tiempo perdido en todos vosotros, lástima que no tropecéis y os rompáis la crisma. Ojalá algún día lleguéis a comprender la anarquía, o al menos, no la empañéis con vuestros discursos sectarios moralistas.

Seguir Leyendo...

Me, myself & I

Todo, y digo TODO lo que hacemos en esta vida lo hacemos en base a y para llegar a estas dos premisas:

1.- AFÁN DE CONSERVACIÓN.
2.- AFÁN DE PERPETUACIÓN.


Todo. Tan sencillo y tan complicado a la vez.

Think about this.

Seguir Leyendo...

Alfredo Zitarrosa

Para emocionarse: Guitarra negra, de Alfredo Zitarrosa
(Poema por milonga)


I. Introducción
Cómo haré para tomarte en mis adentros, guitarra... Cómo haré para que sientas mi torpe amor, mis ganas de sonarte entera y mía... Cómo se toca tu carne de aire, tu oloroso tacto, tu corazón sin hambre, tu silencio en el puente, tu cuerda quinta, tu bordón macho y oscuro, tus parientes cantores, tus tres almas, conversadoras como niñas... Cómo se puede amarte sin dolor, sin apuro, sin testigos, sin manos que te ofendan... Cómo traspasarte mis hombres y mujeres bien queridos, guitarra; mis amores ajenos, mi certeza de amarte como pocos... Cómo entregarte todos esos nombres y esa sangre, sin inundar tu corazón de sombras, de temblores y muerte, de ceniza, de soledad y rabia, de silencio, de lágrimas idiotas...
II. Allanamiento.
Hoy anduvo la muerte buscando entre mis libros alguna cosa… Hoy por la tarde anduvo, entre papeles, averiguando cómo he sido, cómo ha sido mi vida, cuánto tiempo perdí, cómo escribía cuando había verduleros que venían de las quintas, cuando tenía dos novias, un lindo jopo, dos pares de zapatos, cuando no había televisión, ese mundo a los pies, violento, imbécil, abrumador, esa novela canallesca escrita por un loco... Hoy anduvo la muerte entre mis libros buscando mi pasado, buscando los veranos del 40, los muchachitos bajo la manguera, las siestas clandestinas, los plátanos del barrio, asesinados, tallados en el alma... Hoy anduvo la muerte revisando mi abono del tranvía, mis amigos, sus nombres, las noches de café Montevideo, las encomiendas por la Onda con olor a estofado, revisando a mi padre, su Berreta, su Baldomir, revisando a mi madre, su hemiplegia, al Uruguay batllista, a Aristides querido, a mis anarcos queridos bajo bandera, bajo mortaja, bajo vinos y versos interminables... Hoy anduvo la muerte revisando los ruidos del teléfono, distintos bajo los dedos índices, las fotos, el termómetro, los muertos y los vivos, los pálidos fantasmas que me habitan, sus pies y manos múltiples, sus ojos y sus dientes, bajo sospecha de subversión... Y no halló nada... No pudo hallar a Batlle, ni a mi padre ni a mi madre, ni a Marx, ni a Aristides, ni a Lenin, ni al Príncipe Kropotkin, ni al Uruguay ni a nadie. Ni a los muertos Fernández más recientes... A mí tampoco me encontró... Yo había tomado un ómnibus al Cerro e iba sentado al lado de la vida... Pasé frente al Nocturno y la vida había pintado unos carteles... Pregunté en una esquina por la hora, y en la bolsa del hombre que me dijo la hora iba la vida, junto con su almuerzo...
Hoy dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas... Y la noche entrará por todas las ventanas de mi casa, por todas las ventanas de todo el barrio, por todas las ventanas de todos los cuarteles y de todas las cárceles, por todas las ventanas de los hospitales... La noche entrará, cabeceando, saltará para adentro, sombra a sombra a la luz del farol... Y se echará en el piso como un perro... Y aguardará hasta la madrugada... Hoy... Dejaré las puertas y las ventanas de mi casa, abiertas, para siempre...

Seguir Leyendo...

Dos meses

Mira, te voy a decir una cosa: empezamos hace dos meses a lo tonto y ya llevamos casi tantas entradas como días tiene un año y esto no para de crecer y desarrollarse expandiéndose de manera caósmica. Nos visitan casi tanto como el Playboy y tenemos más contenido (imágenes no pero todo se andará).
Aquí se puede encontrar tanto lo sorprendente -el Caosmos XiV es así, en ningún momento sabemos qué rumbo va a tomar, a qué mundo va a acercarse, qué paraíso, natural o artificial va a visitar o en qué infierno va a sumergirnos- como lo que vamos buscando, esa amiga que conocimos un día aquí y a quien esperamos volver a encontrar cuando entramos porque nos resulta siempre asombrosa.
Siento que vienen muy bien aquí estas palabras de Alfredo Zitarrosa:
"Hago falta.
Yo siento que la vida se agita nerviosa si no comparezco,
si no estoy.
Siento que hay un sitio para mí en la fila,
que se ve ese vacío,
que hay una respiración que falta,
que defraudo una espera.
Siento la tristeza o la ira inexpresada del compañero,
el amor del que me aguarda lastimado.
Falta mi cara en la gráfica del pueblo,
mi voz en la consigna,
en el canto,
en la pasión de andar,
mis piernas en la marcha,
mis zapatos hollando el polvo,
los ojos míos en la contemplación del mañana,
mis manos en la bandera,
en el martillo,
en la guitarra,
mi lengua en el idioma de todos,
el gesto de mi cara en la honda preocupación de mis hermanos".

Pero realmente, piensas, qué son dos meses ? Los días no corren sino vuelan, ayer estabamos en la playa y mañana nieva.
Es como una carrera ciclista; apenas hemos hecho distancia, digamos que llevamos los kms neutralizados, y ahora se da la salida. Sí, hay una pancarta que lo indica, pero qué importancia tiene ? Los ciclistas saben por una parte que les queda toda la etapa, pero por otra, no conocen la llegada: ni siquiera saben si tendrá fin.

Seguir Leyendo...

Caosmeando

ecoestadistica.com