viernes, 19 de octubre de 2007

Postdata sobre las sociedades de control

GILLES DELEUZE

POSTDATA SOBRE LAS SOCIEDADES DE CONTROL

I. Historia

Foucault situó las sociedades disciplinarias en los siglos XVIII y XIX; estas sociedades alcanzan su apogeo a principios del XX, y proceden a la organización de los grandes espacios de encierro. El individuo no deja de pasar de un espacio cerrado a otro, cada uno con sus leyes: primero la familia, después la escuela (“acá ya no estás en tu casa”), después el cuartel (“acá ya no estás en la escuela”), después la fábrica, de tanto en tanto el hospital, y eventualmente la prisión, que es el lugar de encierro por excelencia. Es la prisión la que sirve de modelo analógico: la heroína de Europa 51 puede exclamar, cuando ve a unos obreros: “me pareció ver a unos condenados...”. Foucault analizó muy bien el proyecto ideal de los lugares de encierro, particularmente visible en la fábrica: concentrar, repartir en el espacio, ordenar en el tiempo, componer en el espacio-tiempo una fuerza productiva cuyo efecto debe ser superior a la suma de las fuerzas elementales. Pero lo que Foucault también sabía era la brevedad del modelo: sucedía a las sociedades de soberanía , cuyo objetivo y funciones eran muy otros (recaudar más que organizar la producción, decidir la muerte más que administrar la vida); la transición se hizo progresivamente, y Napoleón parecía operar la gran conversión de una sociedad a otra. Pero las disciplinas a su vez sufrirían una crisis, en beneficio de nuevas fuerzas que se irían instalando lentamente, y que se precipitarían tras la segunda guerra mundial: las sociedades disciplinarias eran lo que ya no éramos, lo que dejábamos de ser.

Estamos en una crisis generalizada de todos los lugares de encierro: prisión, hospital, fábrica, escuela, familia. La familia es un “interior” en crisis como todos los interiores, escolares, profesionales, etc. Los ministros competentes no han dejado de anunciar reformas supuestamente necesarias. Reformar la escuela, reformar la industria, el hospital, el ejército, la prisión: pero todos saben que estas instituciones están terminadas, a más o menos corto plazo. Sólo se trata de administrar su agonía y de ocupar a la gente hasta la instalación de las nuevas fuerzas que están golpeando la puerta. Son las sociedades de control las que están reemplazando a las sociedades disciplinarias.

“Control” es el nombre que Burroughs propone para designar al nuevo monstruo, y que Foucault reconocía como nuestro futuro próximo. Paul Virilio no deja de analizar las formas ultrarrápidas de control al aire libre, que reemplazan a las viejas disciplinas que operan en la duración de un sistema cerrado. No se trata de invocar las producciones farmacéuticas extraordinarias, las formaciones nucleares, las manipulaciones genéticas, aunque estén destinadas a intervenir en el nuevo proceso. No se trata de preguntar qué régimen es más duro, o más tolerable, ya que en cada uno de ellos se enfrentan las liberaciones y las servidumbres. Por ejemplo, en la crisis del hospital como lugar de encierro, la sectorización, los hospitales de día, la atención a domicilio pudieron marcar al principio nuevas libertades, pero participan también de mecanismos de control que rivalizan con los más duros encierros. No se trata de temer o de esperar, sino de buscar nuevas armas.

II. Lógica

Los diferentes internados o espacios de encierro por los cuales pasa el individuo son variables independientes: se supone que uno empieza desde cero cada vez, y el lenguaje común de todos esos lugares existe, pero es analógico . Mientras que los diferentes aparatos de control son variaciones inseparables, que forman un sistema de geometría variable cuyo lenguaje es numérico (lo cual no necesariamente significa binario). Los encierros son moldes , módulos distintos, pero los controles son modulaciones , como un molde autodeformante que cambiaría continuamente, de un momento al otro, o como un tamiz cuya malla cambiaría de un punto al otro. Esto se ve bien en la cuestión de los salarios: la fábrica era un cuerpo que llevaba a sus fuerzas interiores a un punto de equilibrio: lo más alto posible para la producción, lo más bajo posible para los salarios; pero, en una sociedad de control, la empresa ha reemplazado a la fábrica, y la empresa es un alma, un gas. Sin duda la fábrica ya conocía el sistema de primas, pero la empresa se esfuerza más profundamente por imponer una modulación de cada salario, en estados de perpetua metastabilidad que pasan por desafíos, concursos y coloquios extremadamente cómicos. Si los juegos televisados más idiotas tienen tanto éxito es porque expresan adecuadamente la situación de empresa. La fábrica constituía a los individuos en cuerpos, por la doble ventaja del patrón que vigilaba a cada elemento en la masa, y de los sindicatos que movilizaban una masa de resistencia; pero la empresa no cesa de introducir una rivalidad inexplicable como sana emulación, excelente motivación que opone a los individuos entre ellos y atraviesa a cada uno, dividiéndolo en sí mismo. El principio modular del “salario al mérito” no ha dejado de tentar a la propia educación nacional: en efecto, así como la empresa reemplaza a la fábrica, la formación permanente tiende a reemplazar a la escuela , y la evaluación continua al examen. Lo cual constituye el medio más seguro para librar la escuela a la empresa.

En las sociedades de disciplina siempre se estaba empezando de nuevo (de la escuela al cuartel, del cuartel a la fábrica), mientras que en las sociedades de control nunca se termina nada: la empresa, la formación, el servicio son los estados metastables y coexistentes de una misma modulación, como un deformador universal. Kafka, que se instalaba ya en la bisagra entre ambos tipos de sociedad, describió en El Proceso las formas jurídicas más temibles: el sobreseimiento aparente de las sociedades disciplinarias (entre dos encierros), la moratoria ilimitada de las sociedades de control (en variación continua), son dos modos de vida jurídica muy diferentes, y si nuestro derecho está dubitativo, en su propia crisis, es porque estamos dejando uno de ellos para entrar en el otro. Las sociedades disciplinarias tienen dos polos: la firma, que indica el individuo , y el número de matrícula, que indica su posición en una masa . Porque las disciplinas nunca vieron incompatibilidad entre ambos, y porque el poder es al mismo tiempo masificador e individualizador, es decir que constituye en cuerpo a aquellos sobre los que se ejerce, y moldea la individualidad de cada miembro del cuerpo (Foucault veía el origen de esa doble preocupación en el poder pastoral del sacerdote -el rebaño y cada uno de los animales- pero el poder civil se haría, a su vez, “pastor” laico, con otros medios). En las sociedades de control, por el contrario, lo esencial no es ya una firma ni un número, sino una cifra: la cifra es una contraseñ a, mientras que las sociedades disciplinarias son reglamentadas por consignas (tanto desde el punto de vista de la integración como desde el de la resistencia). El lenguaje numérico del control está hecho de cifras, que marcan el acceso a la información, o el rechazo. Ya no nos encontramos ante el par masa-individuo. Los individuos se han convertido en
"dividuos", y las masas, en muestras, datos, mercados o bancos . Tal vez sea el dinero lo que mejor expresa la diferencia entre las dos sociedades, puesto que la disciplina siempre se remitió a monedas moldeadas que encerraban oro como número patrón, mientras que el control refiere a intercambios flotantes, modulaciones que hacen intervenir como cifra un porcentaje de diferentes monedas de muestra. El viejo topo monetario es el animal de los lugares de encierro, pero la serpiente es el de las sociedades de control. Hemos pasado de un animal a otro, del topo a la serpiente, en el régimen en el que vivimos, pero también en nuestra forma de vivir y en nuestras relaciones con los demás. El hombre de las disciplinas era un productor discontinuo de energía, pero el hombre del control es más bien ondulatorio, en órbita sobre un haz continuo. Por todas partes, el surf ha reemplazado a los viejos deportes .

Es fácil hacer corresponder a cada sociedad distintos tipos de máquinas, no porque las máquinas sean determinantes sino porque expresan las formas sociales capaces de crearlas y utilizarlas. Las viejas sociedades de soberanía manejaban máquinas simples, palancas, poleas, relojes; pero las sociedades disciplinarias recientes se equipaban con máquinas energéticas, con el peligro pasivo de la entropía y el peligro activo del sabotaje; las sociedades de control operan sobre máquinas de tercer tipo, máquinas informáticas y ordenadores cuyo peligro pasivo es el ruido y el activo la piratería o la introducción de virus. Es una evolución tecnológica pero, más profundamente aún, una mutación del capitalismo. Una mutación ya bien conocida, que puede resumirse así: el capitalismo del siglo XIX es de concentración, para la producción, y de propiedad. Erige pues la fábrica en lugar de encierro, siendo el capitalista el dueño de los medios de producción, pero también eventualmente propietario de otros lugares concebidos por analogía (la casa familiar del obrero, la escuela). En cuanto al mercado, es conquistado ya por especialización, ya por colonización, ya por baja de los costos de producción. Pero, en la situación actual, el capitalismo ya no se basa en la producción, que relega frecuentemente a la periferia del tercer mundo, incluso bajo las formas complejas del textil, la metalurgia o el petróleo. Es un capitalismo de superproducción. Ya no compra materias primas y vende productos terminados: compra productos terminados o monta piezas. Lo que quiere vender son servicios, y lo que quiere comprar son acciones. Ya no es un capitalismo para la producción, sino para el producto, es decir para la venta y para el mercado. Así, es esencialmente dispersivo, y la fábrica ha cedido su lugar a la empresa. La familia, la escuela, el ejército, la fábrica ya no son lugares analógicos distintos que convergen hacia un propietario, Estado o potencia privada, sino las figuras cifradas, deformables y transformables, de una misma empresa que sólo tiene administradores. Incluso el arte ha abandonado los lugares cerrados para entrar en los circuitos abiertos de la banca. Las conquistas de mercado se hacen por temas de control y no ya por formación de disciplina, por fijación de cotizaciones más aún que por baja de costos, por transformación del producto más que por especialización de producción. El servicio de venta se ha convertido en el centro o el “alma” de la empresa. Se nos enseña que las empresas tienen un alma, lo cual es sin duda la noticia más terrorífica del mundo. El marketing es ahora el instrumento del control social, y forma la raza impúdica de nuestros amos. El control es a corto plazo y de rotación rápida, pero también continuo e ilimitado, mientras que la disciplina era de larga duración, infinita y discontinua. El hombre ya no es el hombre encerrado, sino el hombre endeudado. Es cierto que el capitalismo ha guardado como constante la extrema miseria de tres cuartas partes de la humanidad: demasiado pobres para la deuda, demasiado numerosos para el encierro: el control no sólo tendrá que enfrentarse con la disipación de las fronteras, sino también con las explosiones de villas-miseria y guetos.

III. Programa

No es necesaria la ciencia ficción para concebir un mecanismo de control que señale a cada instante la posición de un elemento en un lugar abierto, animal en una reserva, hombre en una empresa (collar electrónico). Félix Guattari imaginaba una ciudad en la que cada uno podía salir de su departamento, su calle, su barrio, gracias a su tarjeta electrónica (dividual) que abría tal o cual barrera; pero también la tarjeta podía no ser aceptada tal día, o entre determinadas horas: lo que importa no es la barrera, sino el ordenador que señala la posición de cada uno, lícita o ilícita, y opera una modulación universal.

El estudio socio-técnico de los mecanismos de control, captados en su aurora, debería ser categorial y describir lo que está instalándose en vez de los espacios de encierro disciplinarios, cuya crisis todos anuncian. Puede ser que viejos medios, tomados de las sociedades de soberanía, vuelvan a la escena, pero con las adaptaciones necesarias. Lo que importa es que estamos al principio de algo. En el régimen de prisiones : la búsqueda de penas de “sustitución”, al menos para la pequeña delincuencia, y la utilización de collares electrónicos que imponen al condenado la obligación de quedarse en su casa a determinadas horas. En el régimen de las escuelas : las formas de evaluación continua, y la acción de la formación permanente sobre la escuela, el abandono concomitante de toda investigación en la Universidad, la introducción de la “empresa” en todos los niveles de escolaridad. En el régimen de los hospitales : la nueva medicina “sin médico ni enfermo” que diferencia a los enfermos potenciales y las personas de riesgo, que no muestra, como se suele decir, un progreso hacia la individualización, sino que sustituye el cuerpo individual o numérico por la cifra de una materia “dividual” que debe ser controlada. En el régimen de la empresa : los nuevos tratamientos del dinero, los productos y los hombres, que ya no pasan por la vieja forma-fábrica. Son ejemplos bastante ligeros, pero que permitirían comprender mejor lo que se entiende por crisis de las instituciones, es decir la instalación progresiva y dispersa de un nuevo régimen de dominación. Una de las preguntas más importantes concierne a la ineptitud de los sindicatos: vinculados durante toda su historia a la lucha contra las disciplinas o en los lugares de encierro (¿podrán adaptarse o dejarán su lugar a nuevas formas de resistencia contra las sociedades de control?). ¿Podemos desde ya captar los esbozos de esas formas futuras, capaces de atacar las maravillas del marketing? Muchos jóvenes reclaman extrañamente ser “motivados”, piden más cursos, más formación permanente: a ellos corresponde descubrir para qué se los usa, como sus mayores descubrieron no sin esfuerzo la finalidad de las disciplinas. Los anillos de una serpiente son aún más complicados que los agujeros de una topera.

Traducción: Martín Caparrós

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Palabras de amor para una desconocida

Preciosa mujer de ojos azules me observas desde una esquina, yo se que no me has visto y es mucho mejor así, tu sabes que yo te he visto y no puedo apartar la mirada. Como una araña tejiste tu tela de suave seda que acaba totalmente con mis posibilidades de escapar. Cuando cierro los ojos sigo viendo esa extraña mirada que hace tiempo nadie me echaba. De asco.

No te conozco, tu ya lo sabes, y por eso nos lamentamos los dos. Si supieras mi nombre y el de mi madre podrías insultarnos a ambos. Por eso no me presento, por eso no quiero que me termines de devorar, me basta con que me mates lentamente, haciendome sufrir, haciendome gritar...

Tu, para mi, eres esa desconocida que veo cada día. Yo para ti soy otro tipo extraño que no para de mirarte. Somos tan distintos, tu allí, en tu rincón, en tu vida, en tu burbuja y yo aquí, en mi rincón, en mi vida, en mi burbuja...Somos tan distintos...¿Somos tan distintos? Lo somos, lo seremos.

Por eso, querida admiradora de ojos azules, solo quiero decirte que siempre quise saber tu nombre y si algún día me saludas yo solo podré decirte que lo siento, pero lo nuestro no hubiera funcionado, somos demasiado diferentes, tu tan guapa, en tu rincón, en tu vida, en tu burbuja y yo aquí, en mi rincón, en mi vida, en mi burbuja, solo...

Dedicado a todas las mujeres que un día me sonrieron y me hicieron soñar

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Circular interna

1.- Estamos -todos- de un sibarita que lo flipas. Supongo que si esto va nos iremos soltando la melena. Y que si nos soltamos la melena esto irá.

2.- A ver esas chicas que han prometido pasarse y escribir. Las chicas son guerreras.

3.- El tema de las etiquetas ha sido mío. Sería bueno hacerlo por temática o incluso por creador, en plan sucio cerdo capitalista individualista americano. Ca' uno es ca' uno. Eso sí, las no específicas sería bueno editarlas y suprimirlas y agruparlas en la temática general.

4.- Edito para apuntar lo obvio y evitarnos cosas. El foro está muerto, no ya moribundo; MUERTO. Cómo será que el líder de la muchachada es un chaval cuyo único mérito es un cierto desparpajo y el líder autónomo y autonombrado se arrastra en su agonía hablando de leyes, disposiciones y deposiciones de su curro.

Eso aquí no, eh. Larga vida a CAOSMOS.

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¿Evolución Humana?

Es una pregunta que lanzo al aire, quizás resulte pretencioso pero aún así es un tema en el que me considero medianamente experto.



Rondaba el año 2003 y yo era un pipiolín de 15 años un tanto peculiar, no quiero echarme flores mas no creo que nadie tuviera esas inquietudes a esa edad, ya que lo que a mi más me intrigaba era la convivencia entre los dos homínidos más inteligentes que han existido, nosotros y el Homo Sapiens Neandertalensis.



No pretendo escribir un tratado a cerca del tema, ni mucho menos a estas alturas, y tampoco soltar una perorata, mi pregunta más que de índole biológico lo es de aspecto filosófico. La duda que me corroe no es de donde venimos, o a donde vamos, la duda que me corroe es, ¿Realmente lo merecemos?

No es que no crea en el hombre, o en lo que nos hemos convertido, pero todo indica que lo único por lo que sobrevivimos al neandertal, aspectos climatológicos o de desarrollo físico aparte es por que un área fundamental del cerebro, los lóbulos frontales donde se condensa la imaginación están mucho más desarrollado en nosotros.

Con lo que la impresión es que les ganamos por ser más pillos, por malicia, por jugar sucio, no es que no me alegre, pero sin embargo es algo que me preocupa; si nuestra propiedad característica es la maldad, ¿De qué carajos va el mundo?...; no hay buenos ni malos, sólo hay hombres, y eso es algo realmente estresante

Ya me entendeis

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El Verdugo





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Reflexión entorno a la instrumentación (tecné) y la ciencia



El problema de la instrumentación podría analizarse como un problema de ego, es decir, el ego del científico, que se ha erigido por encima de la figura del antiguo filósofo como acaparador del conocimiento verdadero. Y todos sabemos que lo que se eleva luego debe luchar por mantenerse, se resiste naturalmente a bajar. De esta manera el científico busca en la teoría y la oscuridad que esta produce el recoveco para esconderse. La aplicación le repele y le infunde miedo, por este motivo el proceso experimental siempre es relevado a un segundo plano, pierde su interés en manos de las monstruosas y gigantescas teorías, hipótesis o axiomas. Es la antiquísima lucha que enfrenta al cuerpo (experiencia), con la mente (la razón o las ideas). En sintonía con las palabras de Hacking podría decirse que la ciencia teórica actúa como en la mitología lo hacía Saturno, que devora y oculta en su vientre a sus vástagos- o mejor dicho, a sus hermanos- técnica y filosofía, por miedo a perder su hegemonía en lucha abierta frente a ellos. Como Feyerabend y otros en su línea han apuntado, la ciencia no es tan recta y regular como los grandes tratados nos quieren hacer ver, la ciencia siempre ha estado ligada a comprobaciones y experimentaciones empíricas, es decir a experiencias naturales, y como tales el proceso experimental nunca ha estado ausente de un cierto componente azaroso. Pero... ¿óomo ser un conocimiento, el único conocimiento posible y verdadero si no estuviera sometido a reglas y supuestos establecidos previamente?

La siguiente pregunta que deberíamos hacernos es como un concepto tan antiguo como el de técnica (tecné) ha llegado a sufrir una degradación tan indiscriminada. Debemos recordar que cuando aún el hombre no había dado a luz a la ciencia, llevaba mucho tiempo andando ya en este mundo, y gracias a que pudo andar. Nada más ni nada menos que gracias a la técnica, lo nuestro era crear artefactos para provenirnos una existencia mejor, una vida más llevadera y productiva. Hemos sobrevivido a los avatares del tiempo-al menos hasta el momento-porque hemos roto la ley de selección natural, como diría Juan Luis Arsuaga, el hombre no evolucionará, porque el hombre no se adapta al medio, el hombre pretende adaptar el medio a su propia forma de vida, y nuestro instrumento para logar ese fin es la técnica, creamos herramientas que nos facilitan el trabajo. Que la capacidad de crear artefactos es intrínsecamente esencial en nuestra naturaleza puede observarse en que ya nuestro ancestros fabricaban artilugios como lanzas, puntas, vestidos, calzado con el que protegerse y avanzar, por utilizar una pequeña metáfora el hombre crea su propia pirámide humana-valga la redundancia-, mientras que los otros animales no crean nada, si pertenecen a una pirámide de algún tipo es por un proceso completamente inconsciente.

Partiendo de esta primera base parece ya indefendible el argumento que establece a la técnica como mero auxiliar de la ciencia o mejor dicho de la teoría de la ciencia. Es más, podemos buscar en la historia casos que reflejan este hecho, los momentos de estancamiento científico son debidos probablemente al hecho de que no se dan progresos técnicos aplicables a una mejor consecución del experimento y de la observación científica. Por ejemplo, la revolución científica del siglo XIX, que fue básicamente una revolución técnica ayudo a la ciencia a poder establecerse nuevos horizontes, podríamos mantener que la técnica en muchas ocasiones abre nuevas puertas y ventanas al conocimiento científico, los avances de la primera suelen interferir en mejoras en el campo de la ciencia aplicada y los experimentos.
Claro esta que no sostendremos que toda la técnica es siempre anterior a la ciencia, existen algunos casos en los que la relación se establecería al revés, la ciencia en su afán de seguir prosperando pregunta a la técnica y la exprime hasta que ve satisfechos sus deseos en algún nuevo artilugio que facilitará un experimento más preciso y profundo, como podría ser el caso de un acelerador de partículas, creado exclusivamente con fines y pretensiones científicas.

Lo más razonable sería argumentar como ya apuntábamos que la línea “filosofía, ciencia, técnica” debería verse desde un plano horizontal, es decir, cada una bebería de las fuentes de las otras, y en ese intercambio y acercamiento, en esos acuerdos es donde encontramos la estabilidad y a la vez la mutabilidad de la ciencia y de sus metodologías, tan pronto se vuelve más empírica, como al tiempo se hace más argumentativa.

En conclusión creo pertinente apuntar que no todo debe ser blanco y negro, como alguien ya reflexionó, es completamente lícito sostener que hay más cosas en la realidad de las que nosotros podemos ver o percibir. Ni la ciencia es mera artificialidad, ni tampoco es vasta razón, es un punto medio, que como apuntaba en su época Aristóteles es lo que nos da la virtud.

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EL INDIO TONTO (por Doc Holliday)

Aparte de tí, amado lector, también dícese de un indio (americano nativo, se dice ahora) que protagonizaba cómics allá por el Oeste.

Unir lo del nativo-americano y lo del tonto, me lleva a recordar algo divertido sobre la absurdidad de los eufemismos políticamente correctos (por ejemplo, "negro" y "moreno" son, respectivamente, la manera correcta e incorrecta de hacer alusión a la raza de un subsahariano -otro eufemismo, por cierto-, mientras que en portugués al parecer es exactamente lo contrario)

Bueno, la anécdota a la que hacía referencia venía sobre la manera de autonombrase que usan los estadounidenses de origen inmigrante (es decir, todos los que no son WASP)

Es decir, un tipo como Kurt Vonnegut se autodefinía como germanoamericano, aunque todos sus abuelos hubieran nacido ya en EEUU.

Los peruanos y mexicanos son hispano americanos (Hispanic American), pero los cubanos son más bien cubanoamericanos (Cuban-American), no se sabe muy bien si porque constituyen un grupo de presión, o más bien por su menor porcentaje medio de genes indígenas... y es que allí la raza es tabú pero se tiene muy presente.

Allí los negros, por ejemplo, se les llama afro-americanos (African-American), pero surge un problema, y es que hay una nueva oleada de gentes de color recién llegadas de África; y claro, es igual pero no es lo mismo que un African-American de pura cuyos ancestros llevan 250 años en el país, aunque llegaran más bien en contra de su voluntad, todo sea dicho. Hay que ver como han avanzado los esclavistas que ahora no les hace falta ir a cazar víctimas a los poblados de tribus con culturas neolíticas y razas camitas, ahora vienen ellos solitos de sus países de origen a ponerse la cadena al cuello: ¡Viva el progreso!

Bueno, a lo que iba, que me voy por las ramas: los africanos recién llegados no se consideran igual que los descendientes de los esclavos liberados, por tanto, y ahí va la anécdota, una vez iba yo subido a un taxi por Boston conducido por un señor de color negro intenso con nombre en su placa imposible de reproducir para un alfabeto latino, y mi compañero de viaje le pregunto, curioso, su origen: "I'm burundian-american, sir", respondió amable el sujeto, no sin un algo de orgullo.

¡Y es que hasta San Pablo se enorgullecía de ser ciudadano romano!







P.D: en quince días vuelvo por allí, ya os contaré más cosillas de lo que ocurre en el Imperio.

P.D2: para ser estrictos, no me acuerdo con exactitud que país africano fue el que nombró el taxista... pero era uno muy pequeñito.

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Los hijos malditos de la historia


Parafraseando a Tyler Durden, no voy a hablar de personajes conocidos de los que estamos hartos de escuchar historias; voy a pretender comprender una de las caracteristicas principales de la naturaleza humana, la violencia.
Quizás para algunos esto no sea más que una idea mía, pero sinceramente los ejemplos son incontables y creo señores que es algo obvio que la violencia esta intimamente ligada a nosotros. Y de hecho es algo que me pone.
Me gusta ser un miembro de esta maltrecha especie en gran parte por eso, porque sí, somos un animal pensante, pero también podemos echar mano de nuestros instintos siempre que los necesitemos. El más conocido y al que mas recurrimos es sin duda el de reproducción pero ahora mismo me resulta secundario.
Me encantaría tener un encontronazo a muerte con alguien, para ver como reacciona mi cuerpo y mi mente, para darme cuenta de mis límites y observar hasta donde soy capaz de aguantar. Cuanto he podido experimentar ha sido ira, posteriormente reprimida por mi razón, algún día estaría bien que esa razón se tomase unas vacaciones por un momento, para poder soltar del todo mis instintos, para ver como de fuerte soy, como de fuerte somos...
Puede que sea una compañera de viaje muy útil, pero por momentos la razón resulta un incordio
saludos


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Una perla y un pecio I





Como quien da un refresco


Me detengo en las miradas,
me escapo detrás.
Son como bandadas de grises palomas.
Azules, rojas, de todos los colores.
Sólo busco refrescar estos calores.
Me detengo en las miradas.

Con los ojos que me miran
me puedo escapar.
Sólo busco fijar esos vivos momentos.
Miradas limpias o pálidas miradas.
Sólo busco alegrarme la mañana.

Te confieso que no atino
a encontrar la calma.
Nada ansío más
y es lo que menos tengo.

Se va el alma silenciosa por la ventana
detrás de algunos ojos azul sediento.
¡Ay! del que se enamora hasta en un desierto.
Dame descanso como quien da un refresco.

Tu mirada vuela. Vuela, calma, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.
Tu mirada vuela. Vuela, calma, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.

Me detengo en las miradas.
Me escapo detrás.
Busco en ese mar de miradas perdidas.
Azules, verdes, de todos los colores.
Son tan libres como libres son los hombres.

Me detengo en las miradas.
Que el amanecer me encuentra siempre despierto.
Que me desvela el hambre que de ti tengo.
Se va el alma silenciosa por la ventana.
Se va detrás del lucero de la mañana.

Dame descanso como quien da un cigarro.
Tu mirada vuela. Vuela, negra, vuela.
En las calles es una flecha que alivia el tiempo de los poetas.

Tu mirada vuela. Vuela, negra, vuela.
Es la flecha que hiere el tiempo.
Que lo detiene, que lo hace espeso.
Que lo detiene, que lo hace eterno.
Tu mirada.
Tu mirada.



P.D. La canción toda es un pecio. En verdad no tiene precio.

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imágenes íntimas & disparates


IMÁGENES ÍNTIMAS

“Nos desconocemos a nosotros mismos,
porque nosotros mismo estamos detrás
De nosotros mismos”
. Ramón Gómez de la Serna ( inventor de cosas raras)

Imagen íntima I

Sólo imaginar tus labios,
carne roja, mi puta…
Ojos perdidos, pareces un sabio.
Y pásame un chupito de cicuta,
o párteme el cubito y el radio,
si mañana no te reconozco… Empusa.

Imagen íntima II

Ha llegado el momento de los votos,
juro solemnemente en esta hora,
que quiero ser tu más fiel devoto.
Y si mis palabras se hacen rotos,
tenéis permiso, llevarme a la horca.

Imagen íntima III

Mi amor te persiguió furtivo,
intentó apresarte en sus brazos,
hasta que aún callejón nos
condujo el destino y allí,
me arrancaste el corazón.

Imagen íntima IV

Amo lo que no debo
porque me gusta mirar
al odio a la cara
y reírme de él.

Imagen íntima V

Mis manos tocaron
la calidez de sus labios.
Pedí un beso de amor
y recibí un tremendo soplo de dolor.
Su palma se alojó en mi mejilla.

Imagen íntima VI

Con la sangre de mis venas
trate hacer versos de amor,
pero tan sólo salieron penas
y poesías remotas,
ahogadas en el dolor.

Imagen íntima VII

En esos pocos metros de asfalto
siempre la mirada alzo,
buscando una mirada, una sombra, algo…
Dibujarse, allí distante, en aquella ventana
desde la que lanzabas tus trenzas
y me gritabas ¡Hasta mañana!
Y ahora el hasta nunca se acerca.

Imagen íntima VIII

Me retiro en estas sucias horas
hacia mi trinchera, la barra
y allí me pido la siguiente copa.
¿Será la sexta, la novena o la octava?
¡Da igual! Sólo quieres olvidar
los labios y ojos de aquella mujer
que te ha hecho enloquecer.


DISPARATES

I

Abrazando la inmensa nada,
quieta, oscura, callada
me aguarda…
a mí… a nadie más…
allá voy… espérame…
… hasta pronto (amigos, enemigos y desconocidos)

II

Relatividad relativa para la relatividad,
que ni yo soy yo, ni tú eres (quien ya sabes) necesariamente.
Libertad se cansó de gritar
en la más alta torre del más recóndito castillo,
sin dragón escupe-fuego ni príncipe negro;
olvidada por el viejo tiempo,
hábil cobrador de facturas, seguros de moto, coche y carreta.
Y la muerte ya pidió la vez
o cogió número, depende del brillo del lugar;
espera paciente, tiene una eternidad
aburrida, rebanando, acuchillando, atropellando, disparando…

Dices Sí, él que No, otros que tal vez…
y yo digo que No Sé que decir…

Mejor vayámonos a dormir,
separados, juntos o revueltos, de este lado o de aquel,
con o sin sexo…
no tiene importancia.

III

Los llantos fraudianos
cayendo por sus mejillas,
no era un adiós,
con seguridad un hasta más ver,
pero el dolor de lo no-dicho
vuelve, mafia ruso-ucraniana
sedienta de venganza.

Hoy, no eres mía, mañana, tal vez
no puedas serlo,
pasado, puede que muera…
y, al otro, que resucite.
Si así ocurriera te buscaré,
para oír de tus labios
que algún día,
una solitaria noche
me amaste con el frenesí
y el ardor
que sólo los locos conocen…
y disfrutan.

IV

Te quiero
¡¡Borracho!!
Te quiero
¡¡Mamarracho!!
Te quiero
¡¡Jilipollas!!
Te quiero
¡¡Imbécil!!
Te quiero
¡¡Hijo de puta!!
Te quiero
¡¡Impotente!!
No importa ¡¡Te quiero!!
Yo a ti también.

V

Esto que estoy escribiendo
podría haber salido de cualquier otra pluma
de juntaletras profesional o amateur.
Y es que todos llegamos
tarde o temprano
a la idea de que esta vida es una mierda…
pero merece ser vivida…

Todos necesitamos una oportunidad o dos
o tres, o cuatro, o cinco, o seis, o siete, u ocho…
somos homos.

Nuestra conciencia a complicado el mundo ad infinitum,
términos puramente lógicos.

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Labios negros






Tu forma de besarme al principio me dio miedo. Me desnudabas con la boca, separando suavemente mis labios con tu lengua para finalmente unirnos con furia en un mar de deseo, en el que me dejaba mecer. Controlabas la situación y parecías deslizar dentro de mí una mirada que adivinaba todas las reacciones químicas que estallaban en mi interior en ese momento de placer, haciéndome sentir como el bebé que mama ajeno a todo, sabiéndose protegido.

En realidad era vulnerable a ti, pero al mismo tiempo esa sensación de calma resultaba tan placentera que no hubiera dudado en volver a probarlo, enganchándome a esos labios negros que me arrancaban del mundo, me hacían olvidarme de mi cuerpo hasta que empezabas a acariciar con tus largos dedos mi espalda de arriba abajo, momento en que no podía evitar estremecerme.

Te fuiste sin decir adiós y yo me olvidé de tu cara de ángel; aunque no de tus besos, color negro muerte.

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Máscaras

No daré mi nombre esta vez, no por desconfianza sino por costumbre...



Probablemente mi nivel cultural no llegue aún al de mis contertulios en este espacio, y no me avergüenzo de decirlo porque se que voy por buen camino.



Algunos pensarán que debería introducir algún dato en especial sobre ciencia, sociedad o política, o que mi entrada debería ser mas didáctica y enfocada desde otro punto de vista, seguramente tengan razón pero ahora mismo no tengo ganas para molestarme en discernir a cerca de temas tan complejos.



No voy a hablar de mí, aunque siempre acabo haciéndolo, irremediablemente, no por egocentrismo o por maldad, simplemente por costumbre, resulta innato, un mal hábito.



Voy a hablar como bien reza el título de las máscaras





Hay muchos tipos de máscaras en este mundo, algunas se utilizan como objeto de ocio; pero las más importantes son las que utilizamos para evitar que nos vean en todo nuestro esplendor.

No obstante, estoy seguro de que más gente aparte de mí las ha utilizado alguna vez, espero que nadie de una forma tan enfermiza.

Un buen día, un conocido mío me tildó cobarde, y puede que estuviese en lo cierto, pero yo no le temo a la vida, no se trata de eso...

Cada cual ha vivido una existencia particular, y de esa experiencia ha sacado sus lecturas, que de una forma involuntaria aplica a su forma de vida, las máscaras son la mía. Puede que algunos no entendais a lo que me refiero, es sencillo, lo resumiré con una frase...

No se quién soy; lo que de verdad temo no es a vivir una vida, es a retirar todas aquellas caretas con las que he ido cubriendo mi rostro y darme cuenta de que en el fondo, al final del baúl, ya no queda nada.

Que mi vida fue una mentira y sólo utilice al mundo, y no solo eso, me utilice a mi mismo

Como siempre, acabo hablando de mí

Un saludo de una mente poco inspirada

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Katsushika Hokusai


Mount Fuji in clear water


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Great wave of Kanagawa


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Fisherman


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Ejiri in the Suruga province


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Cargo ship and wave


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Enoshima in the Sagami province


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Fuji seen through the Mannen bridge at Fukagawa


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Otro dia más.

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Caosmeando

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