viernes, 19 de octubre de 2007

¿Evolución Humana?

Es una pregunta que lanzo al aire, quizás resulte pretencioso pero aún así es un tema en el que me considero medianamente experto.



Rondaba el año 2003 y yo era un pipiolín de 15 años un tanto peculiar, no quiero echarme flores mas no creo que nadie tuviera esas inquietudes a esa edad, ya que lo que a mi más me intrigaba era la convivencia entre los dos homínidos más inteligentes que han existido, nosotros y el Homo Sapiens Neandertalensis.



No pretendo escribir un tratado a cerca del tema, ni mucho menos a estas alturas, y tampoco soltar una perorata, mi pregunta más que de índole biológico lo es de aspecto filosófico. La duda que me corroe no es de donde venimos, o a donde vamos, la duda que me corroe es, ¿Realmente lo merecemos?

No es que no crea en el hombre, o en lo que nos hemos convertido, pero todo indica que lo único por lo que sobrevivimos al neandertal, aspectos climatológicos o de desarrollo físico aparte es por que un área fundamental del cerebro, los lóbulos frontales donde se condensa la imaginación están mucho más desarrollado en nosotros.

Con lo que la impresión es que les ganamos por ser más pillos, por malicia, por jugar sucio, no es que no me alegre, pero sin embargo es algo que me preocupa; si nuestra propiedad característica es la maldad, ¿De qué carajos va el mundo?...; no hay buenos ni malos, sólo hay hombres, y eso es algo realmente estresante

Ya me entendeis

2 comentarios:

Uno, trino y plural dijo...

Comentaba Arsuaga que sobrevivimos al Neandertalensis por dos motivos:

-Nuestra capacidad de abstracción e imaginación.

-Nuestra mayor capacidad para mostrar sentimientos de pertenencia hacia un grupos, símbolo, totem o similar.

Esto, al menos, a grandes rasgos es su opinión.

Uno, trino y plural dijo...

No somos maldad. Somos la criatura más adaptable de la naturaleza. Nos valemos de la inteligencia para adaptarnos a cualquier situación. Somos nosotros ante lo demás y hacemos que lo demás sea útil para nosotros. No hay nada en la naturaleza que no saque ventaja de sus mejores cualidades. Y nuestra mejor cualidad es, precisamente, crear cualidades del ambiente que nos rodea.
El caso es que somos un bicho tan cojonudo que nos estamos dando cuenta que dependemos de los recursos naturales... y hace tiempo el hombre no tenía esta conciencia.

Caosmeando

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