domingo, 15 de febrero de 2009

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De san Lázaro a Filipinas, Villalobos

La segunda expedición que partió desde México hacia el Pacífico fue organizada por el virrey novohispano Antonio de Mendoza, que consideraba de gran interés explorar y, en su caso, poblar y evangelizar las islas y territorios que correspondiesen a España. El mando recayó en un pariente suyo, Ruy López de Villalobos.
Integraban la flota seis embarcaciones de menor porte y 370 hombres de mar y guerra, además de cuatro agustinos y otros tantos sacerdotes seculares, que partieron del puerto de Navidad el 1 de noviembre de 1542. En su singladura pasaron por el archipiélago de Revillagigedo, y descubrieron algunas de las Marshall, que bautizaron del Coral o Los Corales, un grupo que nombraron de los Jardines, la isla de Matalotes, quizá de las Carolinas, y los Arrecifes, en las Palaos. El 2 de febrero de 1543 fondeaban en Mindanao, que por su grandiosidad llamaron Cesare Caroli. Desde Mindanao navegaron a la isla de Sarangani, donde Villalobos intentó, sin éxito, fundar una colonia abriendo las tierras al cultivo de maíz y otros cereales Desde Sarangani, primero, y desde Leyte, el 26 de agosto de 1543, zarpó la nao San Juan de Letrán, que al mando de Bernardo de Torres intentó retornar a México en demanda de ayuda para proseguir la campaña. Con rumbo nordeste, quizá alcanzaron los 30° de latitud, rebasando el archipiélago japonés de Kazan-Reto. Una fuerte borrasca les obligó a regresar a Leyte, a la que Villalobos llamó isla de Felipina en honor del futuro Felipe II, nombre que se extenderá a todo el archipiélago.
Entre tanto Villalobos intentó llegar a Leyte, pero el mal tiempo dispersó los barcos, que buscaron refugio en distintas islas; el suyo fue a recalar a las Molucas, primero en Gilolo y después en Tidore, adonde irán llegando los demás. Con ello contravenían, aunque por causa mayor,las instrucciones del virrey y del emperador de no penetrar en las aguas ni en las tierras que correspondían a los portugueses. El enfrentamiento entre ambos bandos pudo evitarse con la intervención del padre Santiesteban, agustino, que se entrevistó con el capitán portugués Jordán
de Freytas explicándole las razones de la forzosa presencia española
La San Juan protagonizó una nueva tentativa de regresar a Nueva España atravesando el Pacífico de este a oeste. Villalobos confió el mando al alférez mayor y maestre de campo Íñigo Ortiz de Retes, que partió de Tidore el 16 de mayo de 1545. Ante los fracasos anteriores por el norte, Retes buscó una ruta alternativa por el sur. En su navegación descubrieron diversas islas –Sevillana, Gallega y los Mártires– al norte de Nueva Guinea; de ésta costearon 250 leguas de su litoral septentrional, la nombraron Nueva Guinea por la similitud de sus pobladores con los de su homónima africana, y tomaron posesión de ella en nombre de España. La singladura siguió por el paralelo 3° de latitud sur, bautizando islas entre la línea equinoccial y la costa nordeste de Nueva Guinea, hasta llegar, el 27 de agosto, a las islas que llamaron de los Hombres Blancos –Anacoretas–, donde los pilotos, ante la imposibilidad de seguir navegando por los temporales, el 3 de octubre decidieron volver a Tidore.
Villalobos pactó con los portugueses la repatriación a España de sus hombres. El viaje comenzó en febrero de 1546 y concluyó en Lisboa el 1 de agosto de 1548. Llegaron 144 supervivientes, entre ellos Ortiz de Retes y García de Escalante, que dejó una Relación de este viaje. Villalobos había fallecido en Amboaina de fiebres palúdicas, recibiendo los auxilios espirituales de san Francisco Javier.

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