domingo, 31 de agosto de 2008

Ramones

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sábado, 30 de agosto de 2008

Ahmed Faraz

El 25 de agosto murió uno de los poetas modernos en lengua urdu más importantes, conocido por sus ácidas críticas contra el autoritarismo. A pesar de pertenecer a la etnia pastún, Faraz escribió toda su obra en urdu, la lengua nacional de Pakistán. Nacido en 1931 en Kohat (Pakistán), entre sus libros publicados destacan Tanha Tanha y Pas-Andaz Mosam. Su actitud contestataria le obligó a exiliarse durante el régimen del general Zia-ul-Haq (1977-1988). "Mi conciencia no me perdonará si permanezco como un espectador silencioso ante los acontecimientos tristes que suceden a nuestro alrededor. Como mínimo tengo que hacer saber a la dictadura dónde se encuentra a los ojos de los ciudadanos, cuyos derechos fundamentales han sido usurpados".

Aquí, un poema suyo

Regreso

“Escucha”
Dijo ella,
“No vuelvas solo a cumplir con tu palabra.
Así vuelven los que
Se hastían de
Ser impotentes
Y solos en su distancia

Sigue,
Sacia tu sed en cada arroyo,
Cualesquiera que sean los ojos que seduces,
Los corazones que tientas.

Pero,
Cuando se encienda e ilumine
La llama
De tu deseo hacia mí,
Y suplique tu corazón
Entonces
Debes regresar.”

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viernes, 29 de agosto de 2008

El Vesubio, Pompeya, Herculano y los dos Plinios

El 25 de Agosto del 79 dC se iniciaba la erupción, y contamos con unos testimonios de excepción, que pudieron asistir a tan trágico suceso, los dos Plinios, el Viejo y el Joven. Mientras que el segundo pudo relatar lo que pasó, el primero fue una de sus víctimas más célebres.

El relato de los primeros momentos de la erupción, que nos ha llegado a través de unas cartas de Plinio el Joven a Tácito, dice así:

{hablando de su tío, Plinio el Viejo} Se encontraba en Miseno al mando de la flota. El 24 de agosto, como a la séptima hora, mi madre le hace notar que ha aparecido en el cielo una nube extraña por su aspecto y tamaño. Él había tomado su acostumbrado baño de sol, había tomado luego un baño de agua fría, había comido algo tumbado y en aquellos momentos estaba estudiando; pide el calzado, sube a un lugar desde el que podía contemplarse mejor aquel prodigio. La nube surgía sin que los que miraban desde lejos pudieran averiguar con seguridad de qué monte (luego se supo que había sido el Vesubio), mostrando un aspecto y una forma que recordaba más a un pino que a ningún otro árbol. Pues tras alzarse a gran altura como si fuese el tronco de un árbol larguísimo, se abría como en ramas; yo imagino que esto era porque había sido lanzada hacia arriba por la primera erupción; luego, cuando la fuerza de esta había decaído, debilitada o incluso vencida por su propio peso se disipaba a lo ancho, a veces de un color blanco, otras sucio y manchado a causa de la tierra o cenizas que transportaba. A mi tío, como hombre sabio que era, le pareció que se trataba de un fenómeno importante y que merecía ser contemplado desde más cerca.


Plinio el Viejo, que en momento estaba al mando de la flota romana en Miseno, decidió acercarse con algunos navíos hasta la costa bajo las laderas del volcán, para ayudar en lo posible, proceder a evacuar a la población, y conociendo su extremo afán científico, para vivir de cerca tan excepcional suceso.

Sin embargo, su empeño le resultó muy caro: Afectado por los vapores y el tremendo calor, Plinio el Viejo falleció. Su sobrino le explicaba a Tácito el suceso de la siguiente manera:

Mi tío decidió bajar hasta la playa y ver sobre el lugar si era posible una salida por mar, pero este permanecía todavía violento y peligroso. Allí, recostándose sobre un lienzo extendido sobre el terreno, mi tío pidió repetidamente agua fría para beber. Luego, las llamas y el olor del azufre, anuncio de que el fuego se aproximaba, ponen en fuga a sus compañeros, a él en cambio le animan a seguir. Apoyándose en dos jóvenes esclavos pudo ponerse en pie, pero al punto se desplomó, porque, como yo supongo, la densa humareda le impidió respirar y le cerró la laringe, que tenía de nacimiento delicada y estrecha y que con frecuencia se inflamaba. Cuando volvió el día (que era el tercero a contar desde el último que él había visto), su cuerpo fue encontrado intacto, en perfecto estado y cubierto con la vestimenta que llevaba: el aspecto de su cuerpo más parecía el de una persona descansando que el de un difunto.

Pompeya y Herculano quedaron sepultadas bajo toneladas de ceniza volcánica, pereciendo una gran cantidad de sus habitantes. La cifra de cadáveres recuperados, de los cuales se puede contemplar una muestra en la propia Pompeya, ronda los 1100.

Sin embargo, lo que fue una catástrofe para la Humanidad, acabó siendo un milagro para la arqueología, y gracias a la erupción del Vesubio, y a que la propia ceniza ayudó a preservar los restos de las dos ciudades, podemos contemplar hoy en día los restos de una civilización de forma tristemente completa e íntegra.

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jueves, 28 de agosto de 2008

Jethro Tull - Bungle in the jungle

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miércoles, 27 de agosto de 2008

La brecha de Víznar

José Guerrero Federico García Lorca Granada Nueva York Víznar.

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martes, 26 de agosto de 2008

Sacco y Vanzetti

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domingo, 24 de agosto de 2008

La gran mentira sobre Kafka

Es algo tópico. Cuando alguien habla de Kafka tarde o temprano refiere que su muerte por tuberculosis (unos señalan la edad, 42 años; otros el año, 1921) lo salvó de los campos de concentración nazis, donde fueron recluidos su madre, su padre y su hermana. Eso parece una verdad ineludible.

En cambio, quien habla de Kafka también refiere, más temprano que tarde, que legó su obra a su amigo Max Brod con el propósito de que éste la destruyera; pero Max Brod no cumplió el deseo, traicionó a su gran amigo y ese gesto permitió que el mundo conociera la obra de uno de los escritores más importantes del siglo XX. Este dato es falso, la gran mentira sobre Kafka que se ha ido repitiendo una y otra vez. También ayer, en un artículo del diario El País a propósito de los inéditos que aún existen, guardados por la heredera del legado personal: Max Brod-su compañera Esther Hoffe- su hija Hava Hoffe.

No hay que cuestionar la fidelidad de Max Brod para encumbrarlo en el personaje romántico del que sacrifica a su mejor amigo para salvar la humanidad. Yo no soy el primero que lo dice ni que lo piensa, pero hay que desmitificar ese error, a fin de que la obra Franz Kafka se lea con honestidad y gratitud. Éste es el mejor homenaje.

Cuando uno escribe lo hace porque necesita escribir. Si es un verdadero escritor no lo hace por la gloria ni por el qué dirán. Lo hace como una manifestación vital. Esta manifestación exige ser compartida, aunque sólo sea con uno mismo en primera instancia. Enseguida habrá una segunda voz que aceptará o rechazará esas palabras ordenadas en un texto, y cuando sean aceptadas querrán multiplicarse y ser leídas por otras voces y así hasta ser infinitas, o desfallecer en el silencio de la soledad.

Kafka sentía una profunda soledad. Su lugar de trabajo era hostil, su familia no entendía qué significaban esos garabatos y el mundo inmediato, la sociedad, se preocupaba de otras cosas antes que del arte, es decir, de sí mismo. Más o menos como ahora; el mundo evoluciona muy lentamente.

En este entorno, la literatura es el puente para encontrarse con los semejantes, lo que nos hace ser humanos. Mundo sensible, mundo inteligible. El sufrimiento de Kafka se basa en la insoportable levedad del ser, digamos, que viene a ser la dificultad de soportar el sufrimiento. Por eso lo asumió enseguida, quiso ser el cuervo kavka incapaz de grandes vuelos y revolver la carroña para desentrañar la verdadera vida. Y de este modo aceptó la tuberculosis como una bendición final.

Eso no significa que no apreciara una obra escrita durante tantos años. Aceptar una enfermedad no es desear la muerte. Su obra es un fracaso, el éxito de todos los fracasos. Había leído en público su cuento "El fogonero", el inicio de la novela América, había publicado La metamorfosis, "El cazador Graco". Por tanto, no era un escritor desconocido. Incluso disfrutaba con cada nueva publicación como sólo el autor puede hacerlo.

Así, como la enfermedad iba más rápido que las publicaciones, aprovechó un día una de las habituales visitas de su amigo Max Brod y le dijo que dispusiera de todos los textos que había escrito y que durante años había guardado con sumo cuidado, con la orden de quemarlos. Le debió de decir algo así como "busca en mi escritorio todos los textos que encuentres y quémalos". "Así lo haré", le debió de contestar Max Brod. No fue necesario añadir nada más para entrever el verdadero significado de las palabras. Ambos sabían que Brod no sería capaz de llevar a cabo esa acción, pero era preciso nombrar un albacea, para que las obras tuvieran su fin adecuado. Y ése podría ser el fin de la historia si no fuera sólo su principio.

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Mark Lanegan - One Hundred Days

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jueves, 21 de agosto de 2008

Yolanda

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miércoles, 20 de agosto de 2008

Con los ojos abiertos.

El sábado pasado (calculo que sería el sábado) al ver la luna comenté que pasaba algo extraño y alguien contestó que había oído que iba a haber un eclipse parcial de luna. Después de disfrutar de ese eclipse en buena compañía en una noche veraniega agradablemente fresca, al día siguiente oí que ése no había sido uno de tantos eclipses de luna, que tardaría muchos muchos años en volver a producirse uno así. Un niño me dijo que él había oído en alguna parte que era Júpiter quien producía el eclipse. Me gustaría que me explicaran. Gracias.
P.D. ¿Qué tal la lluvia de estrellas del otro día? De la de san Lorenzo hablo, claro, de las perseidas.

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Robando arte callejero XVII


| Graffiti robado en el barrio de Notting Hill, Londres, UK |



Observas el bullicio de Portobello Road de reojo, recordando aquellos días en los que tú mismo eras el que paseabas entre la gente, deseando encontrar una moneda, un sello o un cuadro a precio de ganga que poder luego revender para ganarte el pan.

Tenías buen ojo, sabías distinguir qué valía la pena o qué no, sólo al ver un brillo diferente entre un montón de cacharros que no valen nada; pero tu mirada era eternamente triste, antigua, como si hubieras vivido en la época de todos aquellos objetos que buscabas.

Un día, apareciste pintado en la pared, creo que queriendo salvaguardar tu imagen para la gente nueva que nunca te vió callejear, esas arrugas que habían vivido tanto. Nunca más se supo de ti.

Hubo quiénes dijeron que habías vuelto al sitio de donde viniste, el cuál nadie conocía; otros afirmaban que te habían visto en los alrededores de Hyde Park con tu eterna gabardina llena de remiendos y alguno aventuró que habías ganado tanto dinero con tus trapicheos que te habías largado a las Bahamas a vivir lo que te quedaba de vida sin ninguna preocupación.

Pero hubo unos pocos que pensaron que fue la manera de decir que habías terminado tus días en este mundo. Los comerciantes de Portobello Road se reunían allí al final de cada jornada para recordarte, porque aunque nunca antes notaron lo fuerte que era tu presencia, ahora la extrañaban y, decían, necesitaban brindarte un homenaje.

Una mañana sin previo aviso, apareció junto a tu cara un cartel anónimo que te pedía que guardases siempre aquel mercado, que fueses el protector de aquellas tiendas y puestos que cada semana montaban para que el barrio se llenase de gente, bullicio y alegría. A otras personas debió parecerles una buena idea y de esta manera, se convirtío en una pequeña tradición, con lo que a tu lado brotaron miles de panfletos de colores con mensajes de lo más dispar:

Cuida de Notting Hill y de sus gentes.

Mi perro se ha perdido, es un labrador con collar rojo, si lo ves, por favor, la próxima vez que pase por aquí, guiñame un ojo. Estaré atento.

Necesito contárselo a alguien. Estoy enamorada del hombre más maravilloso del mundo :) Lo conocí aquí, en Portobello Road.

¿No te cansas de estar siempre mirándonos?

[...]

Al principio, por esta razón, tu figura atraía más gente que el propio mercado, pero paulatinamente y sin motivo, los visitantes empezaron a fallar; cada vez menos personas te escribían, hasta que un día cualquiera del pasado siglo, nadie fue a visitarte.

Un par de noches más tarde, un servicio de limpieza despojó la pared de los cientos de mensajes de papel que la habían vestido y desde entonces, los turistas te miran con curiosidad, sin saber quién eres ni qué haces ahí. Algunos toman una foto, otros se quedan prendidos de tus ojos, a otros tantos les suceden ambas cosas.

A mí, me enamoraste, estoy convencida de que vives en la pintura. Esa mirada es real.

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sábado, 9 de agosto de 2008

Las olimpiadas en Beijing-Pekín

Ahora que los juegos olímpicos se han inaugurado no está de más recordar esto:

¿Sabes a qué se juega en China?

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miércoles, 6 de agosto de 2008

Toda la mar por delante

Una hermosa canción de javier Ruibal

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martes, 5 de agosto de 2008

Enûma Elish (y IX)

Después de ordenar todas las normas,
a los Anunnaki del cielo y de la tierra asignó sus porciones,
los Anunnaki abrieron su boca
y dijeron a Marduk, su señor:
«Ahora, señor, ya que nos has liberado,
¿qué homenaje te rendiremos?
Edificaremos un santuario en tu honor, que se llamará
'La cámara de nuestro reposo nocturno'; ¡que en él reposemos!
¡Edifiquemos un santuario, un lugar para su morada!
El día en que lleguemos, reposaremos en él».
Cuando Marduk lo oyó,
sus facciones brillaron como el día:
«Como el de la alta Babilonia, cuya edificación solicitasteis,
su obra de ladrillo sea realizada. 'El Santuario' se llamará».
A la obra se pusieron los Anunnaki,
durante un año fabricaron ladrillos.
Al llegar el segundo año,
levantaron el tope de Esagila igual a Apsu.
Después de levantar una torre escalonada tan alta como Apsu,
pusieron allí una morada para Marduk, Enlil (y) Ea.
En su presencia la adornaron con esplendor.
Hacia abajo miran sus cuernos, a la base de Esharra.
Cuando concluyeron la obra de Esagila,
los mismos Anunnaki levantaron sus santuarios.
... todos se reunieron,
... edificaron para su morada.
A los dioses sus padres, sentó en su banquete:
«Esta es Babilonia, lugar de vuestra casa.
Festejad en su recinto, llenad sus anchas plazas».
Ocuparon sus tronos los grandes dioses.
A beber y a banquetear se pusieron.
Después de festejar allí,
en Esagila, el espléndido, celebrados sus ritos,
habiendo establecido las leyes (y) sus portentos,
todos los dioses repartieron las estancias del cielo y de la tierra.
Los cinco grandes dioses ocuparon sus tronos.
Los siete dioses del destino pusieron a los trescientos en el cielo.
Enlil alzó el arco, su arma, y lo puso ante ellos.
Los dioses, sus padres, vieron la red que había hecho.
Cuando contemplaron el arco, y su forma tan hábil,
sus padres alabaron la obra que había realizado.
Empuñándolo, Anu habló en la asamblea de los dioses,
mientras besaba el arco:
[...]

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El Cartero Fogon

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lunes, 4 de agosto de 2008

Enûma Elish (VIII)

Cuando oye Marduk las palabras de los dioses,
su corazón le impulsa a realizar obras estupendas.
Abre su boca y se dirige a Ea,
para comunicar sus planes habla a Ea,
para comunicar el plan que ha concebido en su corazón:
«Amasaré la sangre y haré que haya huesos.
Crearé una criatura salvaje, 'hombre' se llamará.
Cierto, crearé un hombre salvaje.
Tendrá que estar al servicio de los dioses,
para que ellos vivan sin cuidado.
Con maña cambiaré la vida de los dioses.
Venerados por igual, en dos grupos estarán divididos».
Ea respondió, y le dirigió una palabra,
para exponerle un plan en beneficio de los dioses:
«Que sea entregado uno sólo de sus hermanos;
sólo éste perecerá para que sea formada la humanidad.
Que se junten aquí los grandes dioses en asamblea,
que el culpable sea entregado para que ellos permanezcan».
Convocó Marduk en asamblea a los grandes dioses;
graciosamente los presidía y daba instrucciones.
A sus sentencias prestaron atención los dioses.
El rey dirigió una palabra a los Anunnaki:
«Si vuestra declaración fue sincera,
decid ahora la verdad y por mí juradla.
¿Quién provocó la revuelta,
provocó a Tiamat a rebeldía y azuzó el combate?
Sea entregado el que maquinó la rebelión.
¡Con su culpa le haré cargar para que viváis en paz!».
Los Igigi, los grandes dioses, le replicaron,
a Lugaldimmerankia, consejero de los dioses, su señor:
«Fue Kingu quien maquinó la rebelión,
quien hizo rebelde a Tiamat, quien azuzó el combate».
Lo ataron y llevaron a presencia de Ea.
Le cargaron con su culpa y cortaron (los vasos de) su sangre.
De su sangre formaron la humanidad,
a la que él impuso la servidumbre, dejando libres a los dioses.

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Escuela de calor

El mejor álbum de la década.

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domingo, 3 de agosto de 2008

Enûma Elish (VII)

Pero a Kingu, que había sido hecho su jefe,
lo ató y entregó a Uggae.
Las tablillas del destino, que en derecho no eran suyas,
le arrebató, las selló con un sello y las apretó contra su pecho.
Cuando hubo derrotado y sometido a sus adversarios,
.............................................
Y se volvió a Tiamat, a la que había atado.
Holló el señor las piernas de Tiamat,
con su maza despiadada destrozó su cráneo.
Cortó las arterias de su sangre
que el viento norte llevó a lugares ignorados.
Al ver todo esto, sus padres se llenaron de gozo y exultaron,
y a él acudieron con presentes, para rendirle homenaje.
Se detuvo entonces el señor para ver el cuerpo muerto,
porque iba a desmembrar al monstruo y hacer obras estupendas.
La partió como una concha en dos partes;
una mitad alzó y la puso como un techo, el cielo,
fijó una barrera y puso guardianes
a los que mandó que no dejaran escapar las aguas.
Cruzó los cielos y revisó (sus) regiones.
Escuadró el cuartel de Apsu, la morada de Nudimmud,
según medía el señor las dimensiones de Apsu.
La Gran Morada, su semejanza, fijó como Esharra,
la Gran Morada, Esharra, que hizo como el firmamento.
Anu, Enlil y Ea recibieron sus lugares.

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viernes, 1 de agosto de 2008

Ali'i 'Iolani

`Auhea wale `oe e ku`u aloha `eâ
Ne`ene`e mai `oe, ne`ene`e mai `oe
A pili pono

Kakona ka `i`ini me ka mana`o
Lalawa a ninihi, lalawe a ninihi
He ma`û ia.

Ha`a mai nâ hene ua noe luna `eâ
Waiho kâhela, waiho kâhela
Luhe i ka wai.

He kai nehe mai i ka `ae one `eâ
I ka pâ honehone, i ka pâ honehone
Hone i ka poli

I ku`u aloha e hone mai `oe `eâ
Pipili a mamau, pipili a mamau
A hô`i`o.

Ha`ina ku`u li`a po`ina `ole
Ke aloha i pili `ia, ke aloha i pili `ia
I ka pu`uwai.

Hea aku no wau e ô mai `oe `eâ
Ali`i `Iolani, Ali`i `Iolani
Nou ke kahua

Traduccion

Now listen my love
Snuggle up, snuggle up
Till you're good and close
Desire throbs at the thought
Being carried away to the brink
Is better than nothing
Misty rain from above comes down the slopes
Lying spread out, lying spread out
Drooping with water
It's a sea lapping on the soft sand
With a sound so appealing
Appealing to the heart
Oh my love, tease me gently
Cling close as always
As if you take this seriously
This tells of my unforgettable desire
The love that is held fast
In the heart
I call out, oh answer
Noble Iolani, noble Iolani
In your honor, this theme
Canción tradicional Hawaiana

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Caosmeando

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