jueves, 30 de octubre de 2008

Movimiento de Países No Alineados

Surgido durante la Guerra Fría a partir de la conferencia de Bandung de 1955, que reunió a 29 países de África y Asia y enunció los principios que deberían gobernar las relaciones entre las naciones grandes y pequeñas, conocidos como los Diez principios de Bandung ,adoptados posteriormente como los principales fines de la política no alineamiento.

LOS DIEZ PRINCIPIOS DE BANDUNG

1.-Respeto de los derechos humanos fundamentales y los objetivos y principios de la Carta de las Naciones Unidas.

2.-Respeto de la soberanía e integridad territorial de todas las naciones.

3.-Reconocimiento de la igualdad de todas las razas y la igualdad de todas las naciones, grandes y pequeñas.

4.-La abstención de intervenir o de interferir en los asuntos internos de otro país.

5.-El respeto del derecho a defenderse de cada nación, individual o colectivamente, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

6.a. La abstención del uso de pactos de defensa colectiva en servicio de los intereses particulares de cualesquiera de las grandes potencias.

6.b. La abstención de todo país de ejercer presiones sobre otros países.

7.-Abstenerse de realizar actos o amenazas de agresión, o de utilizar la fuerza en contra de la integridad territorial o independencia política de cualquier país.
Seguir Leyendo...




8.-La solución pacífica de todos los conflictos internacionales, de conformidad con la Carta de las Naciones Unidas.

9.-La promoción de los intereses mutuos y de la cooperación.

10.-El respeto de la justicia y de las obligaciones internacionales.

Seis años después de Bandung se estableció el Movimiento de Países No Alineados en la Primera Conferencia Cumbre de Belgrado, celebrada del 1 al 6 de septiembre de 1961. Asistieron a la Conferencia 25 países, principalmente nuevos Estados independientes.

Los criterios de membresía formulados en la Conferencia Preparatoria para la Cumbre de Belgrado (El Cairo, 1961), demuestran que el Movimiento no fue concebido para desempeñar un papel pasivo en la política internacional, sino para formular sus propias posiciones independientes, reflejando sus intereses y condiciones como países militarmente débiles y económicamente subdesarrollados.

CRITERIOS PARA LA MEMBRESÍA

El país debe haber adoptado una política independiente basada en la coexistencia de Estados con diferentes sistemas políticos y sociales y en el no alineamiento, o debe demostrar una tendencia a favor de tal política.

El país concernido deberá apoyar consistentemente los movimientos por la independencia nacional.

El país no debe ser miembro de una alianza multilateral militar concluida en el contexto de los conflictos de las grandes potencias.

Si el país tiene un acuerdo militar bilateral con una gran potencia, o es un miembro de un pacto de defensa regional, el acuerdo o pacto no debe haber sido uno de los concluidos deliberadamente en el contexto de los conflictos de las grandes potencias.

Si el país ha concedido bases militares a una potencia extranjera, la concesión no debe haber sido hecha en el contexto de los conflictos de las grandes potencias.

Los objetivos primarios de los países no alineados se enfocaronn en el apoyo a la autodeterminación, la oposición al Apartheid, la no-adhesión a pactos multilaterales militares, la lucha contra el imperialismo en todas sus formas y manifestaciones, el desarme, la no-injerencia en los asuntos internos de los Estados, el fortalecimiento de las Naciones Unidas, la democratización de las relaciones internacionales, el desarrollo socioeconómico y la reestructuración del sistema económico internacional.

A pesar del fin de la Guerra Fría, el MPNA sigue vigente para la defensa de los intereses comunes a los países en vías de desarrollo.

Seguir Leyendo...

Poemas desde Guantánamo VI

Camino a casa

Moazzam Begg

Comienza este viaje sin riendas,
termina en captura sin metas,
tendido ahora en la celda despierto,
con júbilo y sonrisas falsas todas ellas.
La libertad se ha agotado, el tiempo se acabó,
las lágrimas han rasgado la copa de mi pena,
Hogar es jaula y jaula es acero,
manifestando así
que la realidad es irreal.
Los sueños están hechos añicos,
las esperanzas destrozadas,
pero la nueva condición te realza.
La ironía de todo esto...
la detención y lo demás:
ser tan pequeño y estar tan alto.
Años de lágrimas y días de gran esfuerzo.
ahora sólo son miedos y el botín del tirano.
La orden se ha pronunciado, no hay duda,
pero hay que soportar esta farsa en soledad
Ahora "la paciencia es una virtud"
y la virtud está forjada en hierro,
así, se ha puesto en movimiento la poesía
- quizá sea recibida con agradecimiento -
Aun así, escribo sobre el papel sabiendo el qué,
pero nunca el cuándo.
Cuando los sueños empiezan
y terminan las pesadillas
voy camino a casa
a cuidar de los seres queridos.

Seguir Leyendo...

Las once mil vergas (XXVII)

Una mañana, el príncipe Mony Vibescu, completamente desnudo y bello como el Apolo de Belvedere, hacía un 69 con Cornaboeux. Los dos chupaban golosamente sus respectivos jarabes y sopesaban con voluptuosidad unos discos que no tenían nada que ver con los de fonógrafo. Descargaron simultáneamente y el príncipe tenía la boca llena de semen cuando un ayuda de cámara inglés y muy correcto entró, tendiéndole una carta en una bandeja roja.”

La carta anunciaba al príncipe Vibescu que había sido nombrado teniente en Rusia, a título de extranjero, en el ejército del general Kuropatkin.

El príncipe y Cornaboeux manifestaron su entusiasmo con recíprocas enculadas. Se equiparon inmediatamente y se dirigieron a San Petersburgo antes de reunirse con su cuerpo de ejército.

–La guerra me va –declaró Cornaboeux– y los culos de los japoneses deben de ser muy sabrosos.
Seguir Leyendo...




–Los coños de las japonesas son realmente deliciosos –añadió el príncipe retorciéndose el bigote.
—Su Excelencia el general Kokodryoff no puede recibir a nadie en este momento. Está mojando bastoncitos en su huevo pasado por agua.

—Pero —contestó Mony al portero—, soy su ayudante de campo. Vosotros, petropolitanos, sois ridículos con vuestras continuas sospechas... ¡Mira mi uniforme! Si me han llamado a San Petersburgo, supongo que no será para hacerme sufrir los exabruptos de los porteros.

—¡Muéstreme sus papeles! —dijo el cerbero, un tártaro colosal.

—¡Helos aquí! —espetó secamente el príncipe, poniendo su revólver bajo la nariz del aterrorizado portero, que se inclinó para dejar pasar al oficial. Mony subió rápidamente (haciendo sonar sus espuelas) al primer piso del palacio del general príncipe Kokodryoff con el que debía partir hacia Extremo Oriente. Todo estaba desierto y Mony, que no había visto a su general más que la víspera en el palacio del Zar, estaba asombrado ante este recibimiento. Sin embargo el general le había citado y era la hora exacta que él mismo había fijado. Mony abrió una puerta y penetró en un gran salón desierto y obscuro que atravesó murmurando:

—A fe mía, tanto peor, el vino está servido, hay que beberlo. Continuemos nuestras investigaciones.
Abrió una nueva puerta que se volvió a cerrar sola tras él. Se encontró en una habitación más obscura todavía que la precedente. Una suave voz de mujer dijo en francés:

–Fedor, ¿eres tú?

–¡Sí, mi amor, soy yo! –dijo en voz baja, pero resueltamente, Mony, cuyo corazón latía tan deprisa que parecía iba a estallar.

Avanzó rápidamente hacia el lado de donde venía la voz y encontró una cama. Una mujer completamente vestida estaba acostada encima. Abrazó apasionadamente a Mony proyectándole su lengua en la boca.

Este respondía a sus caricias. Le levantó las faldas. Ella separó los muslos. Sus piernas estaban desnudas y un delicioso perfume de verbena emanaba de su piel satinada, mezclado con los efluvios del odor di femina. Su coño, en el que Mony asentaba la mano, estaba húmedo. Ella murmuraba:

–Forniquemos... Ya no puedo más... Granuja, hacía ocho días que no venías.

Pero Mony, en vez de contestar, había sacado su amenazadora verga y, totalmente a punto, se metió en la cama e hizo entrar su rudo machete en la peluda raja de la desconocida que inmediatamente agitó las nalgas diciendo:
—Entra mucho... Me haces gozar...

Al mismo tiempo ella llevó su mano a la base del miembro que la festejaba y empezó a palpar esas dos bolitas que le sirven de adorno y que se llaman testículos (no —como se cree comúnmente— porque sirvan de testigos a la consumación del acto amoroso, sino más bien porque son las pequeñas testas que encierran la materia cervical que brota de la méntula o pequeña inteligencia, del mismo modo que la testa contiene el cerebro que es la sede de todas las funciones mentales). La mano de la desconocida sobaba cuidadosamente los testículos de Mony. De repente, lanzó un grito, y de una culada, desalojó a su fornicador:

–Me estáis engañando, señor, mi amante tiene tres.

Seguir Leyendo...

Caosmeando

ecoestadistica.com