Tras una profunda reflexión a la hora de votar, nuestros invitados decidieron lo siguiente:
El día que veo a mis primos: 4 (14%). Una vez al año no hace daño y no está mal recordar al primo (el pariente que sea) que no vive tan lejos pero nunca lo ves. Comparamos cómo crecemos de altura y de anchura, nos reímos un rato y hasta el año que viene.
Comer turrones y mantecados: 8 (28%). A los que votaron esta opción les encantan los dulces, sentarse a la mesa y no les importa ganar tres o cuatro kilos. La estética siempre pierde frente a la ética, la compañía bien vale una buena comida y ande yo caliente y ríase la gente.
El nacimiento de Jesús: 2 (7%). Los dos que se decidieron por esta opción fueron de los que pensaron que nadie la votaría y quisieron dejar a Jesús moribundo antes que muerto, sin nacer.
Soy budista: 4 (14%). Éstos son de los que no quieren saber nada de la Navidad ni del cristianismo y que estarían más a gusto en el Tíbet o en algún lugar remoto, lejos de tanto ho, ho, ho, campanillas y pinos esclavizados.
¿Y tú me lo preguntas? ¡La Navidad eres tú!: 10 (35%). Algunos de los que se decidieron por esta opción están hartos de encuestas y de preguntas supuestamente metafísicas; otros resolvieron el enigma del universo en una palabra (tú); otros aprovecharon para piropear a quien pregunta.
sábado, 22 de diciembre de 2007
¿Qué es la Navidad?
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