Parte 1
Parte 2
lunes, 22 de diciembre de 2008
Nahui Olin
1.
Sé que mi belleza es superior a todas las bellezas que tú pudieras encontrar. Tus sentimientos de esteta los arrastró la belleza de mi cuerpo, el esplendor de mis ojos, la cadencia de mi ritmo al andar, el oro de mi cabellera, la furia de mi sexo, y ninguna otra belleza podría alejarte de mí.
2.
Independiente fui, para no permitir pudrirme sin renovarme;
hoy, independiente, pudriéndome me renuevo para vivir.
Los gusanos no me darán fin -son los grotescos destructivos
de materias sin savia, y vida dan, con devorar lo ya podrido
del último despojo de mi renovación-
Y la madre tierra me parirá y naceré de nuevo,
de nuevo ya para no morir...
(Nahui Olin)
“De que Nahui Olin tenía el mar en los ojos no cabe la menor duda. El agua salada se movía dentro de las dos cuencas, y adquiría la placidez del lago o se encrespaba furiosa tormenta verde, ola inmensa, amenazante. Vivir con dos olas del mar dentro de la cabeza no ha de ser fácil” (Elena Poniatowska)
“No soy feliz porque la vida no ha sido hecha para mí, porque soy una llama devorada por sí misma y que no se puede apagar; porque no he vencido con la libertad la vida teniendo el derecho de gustar de los placeres estando destinada a ser vendida como antiguamente los esclavos, a un marido. Protesto a pesar de mi edad por estar bajo la tutela de mis padres”. (Nahui Olin a los 10 años)
Perfora con tu falo mi carne, perfora mis entrañas, desbarata todo mi ser, bebe toda mi sangre y con la última gota que me quede escribiré esta palabra: te amo
“Si tú me hubieras conocido/ con mis calcetines y vestidos/ muy cortos/ habrías visto debajo/ Y Mamá me habría enviado/ a buscar los pantalones/ que no me gustaban/ y me habría sentado sobre tus rodillas/ para decirte/ que Mamá es muy mala conmigo/ Quiere que me ponga/ gruesos pantalones/ que me lastiman/ allí abajo/ Tú habrías visto/ que soy una niña/ que te gusta. (Nahui Olin)