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...a los que son más débiles mentalmente. Muchos sabéis que yo en mis clases siempre intentaba sacar un tiempecillo extra para dedicarlo a los alumnos que iban más atrasados. La mayoría de estos, claro, solían ser porculeros: chicos que ya no sólo que no les interesaba la clase, sino que si por ellos fuese, ni vendrían al instituto.
Pues bien, hace ya unos cuantos años (...) tenía en clase yo a un chico de éstos. Un gitanillo al que su educación a sus padres les daba más bien igual. Coincidía además que era de mi tutoría, con lo que me suponía una mayor responsabilidad su evolución y trabajo. De todos los profesores tenía quejas suyas, sólo era en mis clases donde al menos no montaba jaleo. Un día,cuando le llevé un par de fichas que le había preparado, me llegó a decir:
-Déjalo maestro, no te preocupes, en serio. Si yo no quiero estudiar más"
-Pero Manolito hombre, no ves que si no trabajas en clase no vas a aprender, y la gente te va a engañar.
-Tú tranquilo maestro, que a mi nadie me engaña...
Yo ya estaba un poco agobiadillo porque no sabía por donde meterle mano al asunto. Hasta que en un recreo que tenía guardia, lo escucho hablando con unos cuantos amigos sobre las pajas. Y coincidiendo que tenía bastante acné...
-Manolito...¿tú te haces muchas pajas, verdad? . Así de golpe se lo solté en clase. El pobre se puso rojo al instante y miró alrededor por si algún compañero me había escuchado.
-Maestro...¿tú cómo sabes eso?
-Hombre, por los granillos que tienes en la cara.
-Eso sale de hacerse pajas?
-Claro, no lo sabías tú? Pues a ver si controlas un poco...
Seguí andando por medio de los pupitres descojonándome interiormente ya que el pobre se había quedado seco, y hasta preocupadillo por el descubrimiento.
Dejé pasar unos días hasta que me acerqué de nuevo y le volví a sacar el mismo tema.
-Hombre, Manolito, haz las fichas, que luego no vas a saber nada y te van a engañar...
-Que no Ginés, en serio, tú tranquilo que a mí no me van a engañar...
-¿Cómo que no? Pues el otro día yo te engañé con lo de las pajas.
-¿Qué? ¿Cómo cómo?
-Sí señor. Te dije que los granillos que tienes en la cara eran de hacerse pajas.
-¿Y...y era mentira?
-Si hubieras atendido a Manolo Mira en la clase de Naturales del otro día - decía inventándome los hechos- , te habrías enterado de que en realidad salen por la secreción de las glándulas tal y cual y demás.
-...
-¿Has visto como te he engañado? Pues esto es lo que siempre te digo de que si no aprendes algunas cosas cualquiera te va a poder engañar en cosas de la vida cotidiana...
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domingo, 7 de septiembre de 2008
Cómo ayudar a los más débiles
Hasta luego
Un poema de Nicanor Parra
HASTA LUEGO
Ha llegado la hora de retirarse
Estoy agradecido de todos
Tanto de los amigos complacientes
Como de los enemigos frenéticos
¡Inolvidables personajes sagrados!
Miserable de mí
Si no hubiera logrado granjearme
La antipatía casi general:
¡Salve perros felices
Que salieron a ladrarme al camino!
Me despido de ustedes
Con la mayor alegría del mundo.
Gracias, de nuevo, gracias
Reconozco que se me caen las lágrimas
Volveremos a vernos
En el mar, en la tierra donde sea.
Pórtense bien, escriban
Sigan haciendo pan
Continúen tejiendo telarañas
Les deseo toda clase de parabienes:
Entre los cucuruchos
De esos árboles que llamamos cipreses
Los espero con dientes y muelas.
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