"Hay un cuadro de Klee titulado Angelus Novus. En él se ve a un ángel que tiene aspecto de alejarse de algo sobre lo cual clava la mirada. Tiene los ojos desencajados, la boca abierta y las alas extendidas. Tal debe ser el aspecto que presente el Ángel de la Historia. Su rostro está vuelto hacia el pasado. En lo que para nosotros aparece como una secuencia de acontecimientos, él ve una catástrofe única, que acumula sin cesar ruina sobre ruina y se las arroja a sus pies. El Ángel quisiera detenerse, despertar a los muertos y recomponer lo despedazado. Pero una tempestad desciende desde el Paraíso, arremolina en sus alas y el Ángel no puede plegarlas de nuevo. Esta tempestad lo arrastra inevitablemente hacia el futuro, al cual vuelve las espaldas, mientras el cúmulo de ruinas, frente a él, sube al cielo. Tal tempestad es lo que llamamos Progreso."
jueves, 18 de octubre de 2007
El Ángel de la Historia
Walter Benjamin, Tesis sobre la Filosofía de la Historia.
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3 comentarios:
¡Klee! Orgasmo delicuescente. Klee con Benjamin, orgasmo delicuescente con delicias añadidas.
¡Muy buena la cita de Benjamin! Si tenemos el cuadro delante, ¿qué más podemos pedir?
Y Klee le dijo a Benjamin:
"Walter, el ángel no se aleja, se acerca..."
Por supuesto, me lo he inventado. Pero, ¿por qué no?
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