miércoles, 12 de diciembre de 2007

El perfume

Cuando Grenouille salió de las arcadas y se mezcló con los maleantes,al principio éstos no se fijaron en él. Pudo llegar inadvertido hasta la hoguera como si fuera uno de ellos. Este hecho les confirmó después en la opinión de que debía tratarse de un espíritu o un ángel o algún ser sobrenatural, ya que solían reaccionar inmediatamente a la proximidad de un desconocido.
El hombrecillo de la levita azul, sin embargo, había aparecido allí de repente, como surgido de la tierra, y tenía en la mano un pequeño frasco que en seguida procedió a destapar. Esto fue lo primero que todos recordaron: que de pronto apareció alguien y destapó un pequeño frasco. Y a continuación se salpicó varias veces con elcontenido de este frasco y una súbita belleza lo encendió como un fuego deslumbrante.
En el primer momento retrocedieron con profundo respeto y pura estupefacción, pero intuyendo al mismo tiempo que su retirada era más bien una postura para coger impulso, que su respeto se convertía en deseo y su asombro, en entusiasmo. Se sintieron atraídos hacia aquel ángel humano del cual brotaba un remolino furioso, un reflujo avasallador contra el que nadie podía resistirse, sobre todo porque no querían hacerlo, ya que el reflujo arrastraba a la voluntad misma, succionandola en su dirección: hacia él.
Habían formado un círculo a su alrededor, unas veinte o treinta personas, y ahora este círculo se fue cerrando. Pronto no cupieron todos en él y empezaron a apretar, a empujar, aapiñarse; todos querían estar cerca del centro.
Y de improviso desapareció en ellos la última inhibición y el círculo se deshizo. Se abalanzaron sobre el angel, cayeron encima de él, lo derribaron. Todos querían tocarlo, todos querían tener algo de él, una plumita, un ala, una chispa de su fuego maravilloso. Le rasgaron las ropas, le arrancaron cabellos, la piel del cuerpo, lo desplumaron, clavaron sus garras y dientes en su carne, cayeron sobre él como hienas.
Pero el cuerpo de un hombre es resistente y no se deja despedazar con tanta facilidad; incluso los caballos necesitan hacer los mayores esfuerzos.Y por esto no tardaron en centellear los puñales, que se clavaron y rasgaron, mientras hachas y machetes caían con un silbido sobre las articulaciones, haciendo crujir los huesos. En un tiempo muy breve, el ángel quedó partido en treinta pedazos y cada miembro de la chusma se apoderó de un trozo, se apartó, e impulsado por una avidez voluptuosa, lo devoró. Media hora más tarde, hasta la última fibra de Jean-Baptiste Grenouille había desaparecido de la faz de la tierra.

Cuando los caníbales se encontraron de nuevo junto al fuego después de esta comida, ninguno pronunció una palabra. Varios de ellos eructaron, escupieron un huesecillo, chasquearon suavemente con la lengua, empujaron con el pie un último resto de levita azul hacia las llamas; estaban todos un poco turbados y no se atrevían a mirarse unos a otros. Todos, tanto hombres como mujeres, habían cometido ya en alguna ocasión un asesinato u otro crimen infame. Pero ¿¨devorar a un hombre? De una cosa tan horrible, pensaron, jamás habían sido capaces. Y se extrañaron de que les hubiera resultado tan fácil y de que, a pesar de su turbación, no sintieran la menor punzada de remordimiento. ¬¡Al contrario! Aparte de una ligera pesadez en el estómago, tenían el nimo tranquilo. En sus almas tenebrosas se insinuó de repente una alegría muy agradable. Y en sus rostros brillaba un resplandor de felicidad suave y virginal. Tal vez por esto no se decidían a levantar la vista y mirarse mutuamente a los ojos.
Cuando por fin se atrevieron, con disimulo al principio y después con total franqueza, tuvieron que sonreír.Estaban extraordinariamente orgullosos. Por primera vez habían hecho algo por amor.

Final del libro de Patrick Süskind, El Perfume.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo lo he leido, pero quien no lo haya hecho le va a hacer una gracia... debería haber una advertencia al principio o algo

Uno, trino y plural dijo...

Como si el final tuviera algo que ver con el libro. Tampoco desvela nada del otro mundo, ni es algo sorpresivo ni que cambie la historia anterior.

Además así alguno se picará a leer todo lo anterior. xD

Anónimo dijo...

Tengo ganas de leerme el libro, aunque creo que tendrá que esperar hasta verano. La película no está mal tampoco.
Salud

Caosmeando

ecoestadistica.com