martes, 11 de diciembre de 2007

Diarios de guerra XIV

1 de Mayo:
Ha sido un día extraño hoy. Si, sé que contamos con el factor sorpresa… pero no sé… todo está demasiado quieto. Iniciamos la marcha a las 5:00 am. Debíamos completar un total de 60 km. Llevamos una buena marcha y llegamos a la “cruz” fijada en el mapa a las 14:44 -tres horas antes de lo previsto-. Mejor, más tiempo para “Baltasar”. Los muchachos no se han separado de mí en ningún momento, parece que se siente seguros a mi lado, eso me da ánimos. Marchamos todo el camino cubriendo el flanco derecho del Noveno. Ni un solo indicio de actividad enemiga, ni una patrulla de reconocimiento, ni una mina antipersonas, ni tan siquiera un maldito francotirador o restos de algún pequeño asentamiento. Ni rastro, ya lo dije, extraño, perturbador. Cada día empiezo a tener más presente la sensación de que el enemigo siempre va un par de pasos por delante de nosotros. Levantamos campamento a las 16:30, después de comer. Pequeña reunión de oficiales-ultimar detalles- sin novedad, el ataque será al alaba. Luego charla con mi pelotón, palabras de ánimo y unos cuantos consejos, útiles si se tiene el valor necesario-cojones-. Ellos los tienen, no me cabe la menor duda…

Todos a descansar a las 20:35 horas menos los turnos asignados de guardia. Esta noche apenas dormiré, nunca lo hago “antes de”.

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Caosmeando

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