Quiero recuperar esto, escrito como prólogo al Post del drogata, hilo borrado del foro ACB.
Lo primero que creo conveniente es hacer una diferenciación de los distintos tipos de consumidores. En mi opinión hay cuatro claro grupos (como en casi todas las drogas), el ocasional, el de fin de semana, el habitual y el compulsivo.
El consumidor ocasional o esporádico: Fuma en ocasiones especiales, reuniones esporádicas con determinados amigos. Este tipo de consumidor no experimenta ningún tipo de adicción mental. Suele disfrutar de los efectos de la sustancia en plenitud, ya que su consumo es esporádico, su cuerpo no se acostumbra a la sustancia. No es recomendable si eres este tipo de consumidor tomar grandes cantidades, eso podría desembocar en lo vulgarmente llamado amarillo o blanco.
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El consumidor de fin de semana o fiesta: Es un consumidor curioso. En general el hass no debería ser considerado como una sustancia propicia para la fiesta. Sus efectos suelen ser contraproducentes a la hora de realizar acciones de fiesta y jolgorio. Actualmente muchos jóvenes consumen en un popurrí politoxicómano (alcohol, tabaco, chocolate, pastillas, cocaína, M) que no recomendaría en ningún caso. Ligado a esta mezcla de sustancias los efectos del hachis se pueden ver potenciados hasta extremos muy nocivos, y crea una adicción surgida más del hábito que del mono.
En otros casos el consumidor de fin de semana, lo hace en casa o en el parque, en una reunión regular con amigos en la que se juega, se bebe algo de cerveza y se intentar echar unas risas. No suele acarrear muchos efectos nocivos, pero para algunas personas el paso que limita entre fin de semana y todos los días es muy fino. Si la persona sabe controlarse puede estar meses sin consumir y no notar ningún efecto ni dependencia.
El consumidor habitual: fuma cantidades que oscilan entre 1/3 dosis día a las ¼ semanales. Habitualmente después del trabajo, por la noche en la intimidad del hogar. Suelen estar bastante bien informados. Los efectos no son tan fuertes como en consumidor ocasional, es más una sensación relajante que una verdadera risa. En este tipo de consumidor puede llegar a ocasionar insomnio, algunos ligeros cambios de humor, síntomas de mono en determinados momentos, estados de impaciencia e incluso en el peor de los casos (si la persona es predispuesta) puede sufrir brotes esquizofrénicos. Es recomendable para estos consumidores someterse a ciertos periodos de limpieza… a fin de regenerar el cuerpo. Fuma sólo o acompañado por otros tipos de consumidores.
El consumidor compulsivo o adicto: Consume entre 5/10 porros días sin importar el día. Suele encontrarse en un permanente estado de pesadez, los efectos son continuos sobre él durante todo el día. Si no fuman experimentan episodios de ansiedad y cambios de humor bruscos. Suelen fumar en pandilla (en cuyo caso suelen disimularse-que no evitarse- más los efectos nocivos gracias a la euforia del grupo) o en la soledad de su habitación. Aparte de la dependencia creada por este tipo de consumo, pueden darse episodios de paranoias continuadas o la comúnmente llamada “rayada” y problemas del sistema motor y del corazón. Este fumador suele necesitar ayuda para reducir las dosis, y en muchos casos lo más recomendable es “quitarse” por completo.
Ahora comentaré un poco sobre el apetito y el deseo sexual que reclamaba _Ki_.
Yo cuando estoy solo y fumo no causo demasiados estragos en mi nevera, nunca he sido de mucho comer. El problema es el denominado efecto “gusa”, que acuso mucho cuando me encuentro en reunión de amigos en casa. La noche se hace larga y el estómago se abre entre risas, juegos, charlas, cerveza/vino y siempre apetece comer. Y en estado “fumado” se come con los ojos, dulce y salado, cualquier cosa se toma como si fuera un elixir de dioses.
¿El deseo sexual? A mí me produce dos efectos, según la cantidad y la situación:
-Si he fumado poco y estoy con una mujer a solas mi deseo aumenta hacia ella, estoy más receptivo, más cariñoso, más dispuesto a dar y recibir placer, siento ganas de fundirme en el otro y de disfrutar del acto carnal durante largo tiempo.
-Si he consumido mucho durante la noche con un grupo de amigos/as y luego tengo algo con alguna de las mujeres, me suele incapacitar más que beneficiar. Tengo más sueño y mi cuerpo es menos sensible. Aunque he pasado noches preciosas sin tener penetración con una mujer en este estado
Luego más tarde me extenderé más sobre este punto, si me apetece."
3 comentarios:
Está interesante. Buena línea. A seguir. Lo de amarillo o blanco no lo había oído. ¿Qué es?
En realidad yo no he tenido ningún episodio de amarillo.
Lo más cercano fue hace años cuando aún era un consumidor muy esporádico, que llegó un momento tumbado en el sofá mientras mis colegas se fueron a "pillar" más escuchando Bob Marley. En aquel momento no era yo, no era dueño de mi cuerpo, no respondía, no escuchaba, era todo tan lejano, tan irreal.
Pero los "amarillos" suelen darle a personas que prueban por primera vez o no están acostumbradas. Es frecuente que palidezcan y se queden en modo stan by, como si no estuviera. Pueden dar síntomas de bajada de tensión o vomitos. Suele solucionarse con algo de comer y/o azucar.
Dios mio que recuerdos tan lejanos...Mi mejor consejo es que no os dejeis enganchar por ese consumo habitual del hachís, es malo, y os lo dice una consumidora empedernida, que poco a poco se fue dejando llevar, hasta el punto que: sufrió brotes psicóticos, o eso decía el médico en su informe.
Gracias a mi misma, y a mi madre por supuesto, la fuerza de voluntad y la situación vivida hizo olvidarlos para siempre.
Relato de una chica que quiso morir incluso, solo por esa mierda...y nunca mejor dicho.
PAZ&AMOR
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