Mira la tristeza de las guirnaldas
deshechas por el viento, sucias, muertas,
¿cómo el escenógrafo de esta fiesta
no puso junto a la plaza un arroyo
feliz que deshiciera las guirnaldas?
¿Qué nos trajo hasta esta plaza de vidrios
rotos? ¿Por qué estamos vestidos?
Mira cómo nos mira ese árbol solo
Terminado es el tiempo de los lirios,
en el sendero abrasan las hogueras
mis párpados y tu espalda de arena,
felices nos envidian esta noche
las calles que llevan a nuestro lecho,
pronuncias palabras de despedida,
se estremecen tus hombros y anida
tu desnudez bajo mis alas torpes
Muerde, clava tus dientes en mi vientre,
desgarra mis erráticos costados,
mordisquea muy despacio mis brazos,
come mi pecho -escupe el corazón,
que amarga-devora a gusto mis muslos,
lame, paladea mi espalda fría,
engulle ahora mi sexo, mastica.
Puedes chuparme los dedos, amor.
jueves, 1 de noviembre de 2007
Asociativa
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2 comentarios:
Un suculento plato para el fin de semana. Para comerse a besos y no dejar ni los huesos.
El canibalismo más crudo del amor.
Bon voyage
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