martes, 18 de diciembre de 2007

Soledad en un mundo feliz

El comité de ayer,
bastones, pero un tambor roto,
medianoche en la City,
flautas en el vacío
labios cerrados, caras dormidas,
todas las máquinas paradas,
mudos los lugares
donde se apiñaba la gente...
Todos los silencios se regocijan,
lloran (en voz alta o baja)
hablan, pero ignoro
con la voz de quién.
La ausencia de los brazos.
los senos y los labios
y los traseros de Susan
y de Egeria forman lentamente
una presencia. ¿Cuál? Y, pregunto,
¿de qué esencia tan absurda
que algo que no es
puebla, sin embargo,
la noche desierta más sólidamente
que es otra con la cual copulamos
y que tan escuálida nos parece?

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta este poema lleno de imágenes, de sugerencias, de vías hacia...

Caosmeando

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