viernes, 17 de octubre de 2008

Diez días de octubre

No pasó nada el cinco de octubre de 1582. Nadie murió, nadie nació, nadie se casó. No se cometió ningún delito, no se hizo ningún descubrimiento, no se declaró ninguna guerra.
Nadie se perdió, nadie fue hallado, nadie se escondió. No se oyó ningún sonido, no se vio ninguna imagen, no se comió ni se bebió absolutamente nada. Nadie amó ni fue amado, nadie odió ni fue odiado.
Ningún animal dejó la más mínima huella ni en la tierra ni en ninguna parte. El viento no meció ni la más leve hoja. La luna no salió ni tarde ni temprano. La Tierra no giró. El sol no alumbró.
Exactamente lo mismo ocurrió el día seis de octubre de ese mismo año. Esto es, absolutamente nada. Ni el siete. Ni el ocho. Ni el nueve. Ni el diez. Ni el once. Ni el doce. Ni el trece. Ni el catorce de octubre de 1582. Ninguno de esos diez días ha existido nunca porque, al decretar el papa Gregorio XIII el calendario gregoriano en sustitución del juliano, la noche del jueves cuatro de octubre de 1582 dio paso a la mañana del viernes quince de octubre de 1582.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Genial entrada

Caosmeando

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