Había una vez una niña llamada Mariquita, a la que su madre dio dinero para ir a comprar pan. Ella fue a la panadería tal y como su madre le había dicho, pero al lado había una tienda cuyo escaparate mostraba una muñeca que costaba igual que el pan y sin pensárselo dos veces entró y se la compró.
Al llegar a casa su madre le dijo:
- ¡Mariquita! ¿qué has hecho!?
y Mariquita contestó:
- Lo siento mamá, es que es tan bonita
Su madre habló de nuevo:
- Ya, pero tenías que comprar el pan y no esta muñeca
Mariquita arrepentida le contestó:
- Perdóname mamá, no lo haré más.
Después de esta conversación, su madre la perdonó y le volvió a dar dinero para volver a ir a comprar el pan. Esta vez sí lo hizo.
Llegó la noche y Mariquita se fue a dormir con su nueva muñeca, pero a las tres y media de la madrugada se escucha que la muñeca dice:
- ¡Mariquita, tengo caca!
Mariquita le contestó:
- Cágate ahí que mañana lo limpiaré.
Y así fue, pero lo que cagó no era lo típico sino dinero.
Cuando Mariquita se levantó, vio que tenía toda la habitación inundada de monedas y billetes,
- ¡Mamá somos ricas!, ¡somos ricas!
le dijo a su madre.
Fue un día estupendo para ellas, por eso el tiempo se les pasó volando. Llegó otra vez la noche y Mariquita se fue a dormir, y a la misma hora la muñeca volvió a decir:
- ¡Mariquita, tengo caca!
y Mariquita volvió a contestarle:
- Cágate ahí que mañana lo limpiaré
Y al despertarse Mariquita se alegró muchísimo de que le volviese a ocurrir lo mismo que la mañana pasada, pero esta vez Mariquita lo fue divulgando por el pueblo. Entonces, un ladrón entró en su casa y se la robó.
El ladrón muy contento la puso en su habitación y al llegar las tres y media de la madrugada la muñeca dijo:
- ¡Ladrón, tengo caca!
Y el ladrón le contestó:
- Cágate ahí, que mañana lo limpiaré.
Y eso es lo que hizo, cagarse, pero esta vez no fue dinero, sino lo normal y el ladrón, al ver que la muñeca había destrozado su habitación, la tiró en un bosque.
Pero dio la casualidad que por ese bosque pasaba un rey y a él también le entraron ganas de hacer sus necesidades, pero como no tenía papel para limpiarse decidió hacerlo con lo primero que pilló:la muñeca. Pero la muñeca se le quedó enganchada en el culo. Estuvo todo un día así y no se la podía desenganchar. Entonces fue a la radio, a la televisión… a decir que si alguien le desenganchaba esa muñeca lo recompensaría de manera que si era una chica se casaría con ella, y si era un chico, le daría mucho dinero. Todo el pueblo iba a probar a ver si podía desenganchar la muñeca, pero nadie pudo, así que Mariquita al ver la televisión dijo:
- ¡Es mi muñeca!
Entonces se fue a probar a ver si podía conseguirlo, y cuando le tocó el turno a Mariquita la muñeca dijo:
- Mariquiiiitaaa!
Se soltó del culo del rey y se fue a abrazar a Mariquita, nunca más se separaron.Mariquita, al cabo de unos años, se casó con el rey.
miércoles, 19 de marzo de 2008
¡Mariquita, caca!
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