martes, 23 de octubre de 2007

Receta de manjar lento o suave

Me gusta la cocina, disfruto cocinando sin prisas, creando algo mágico, una obra de arte que van a gozar de la manera más plena, fundiéndose con ella, personas a las que quiero. Me apetece ir poniendo aquí algunas recetas y he decidio acudir al más clásico, al Libro de Cozina, de Ruperto de Nola, cocinero mayor del rey de Nápoles. Primer libro de cocina publicado en castellano, en 1525 (la patata y el tomate todavía no se habían introducido en la cocina europea), aunque su primera edición, en catalán, se piensa que sería de mediados del siglo XV.

Empezamos con una receta dulce y nada complicada:

Manjar lento o suave (No me digáis que el nombre no es maravilloso)

Para media docena de escudillas tomar media azumbre de leche colada ( o sea, un litro) y media docena de yemas de huevos, y batirlos bien y desatarlos con una poca de leche y poner la otra leche a calentar sola por sí en fuego de brasas apartadas del fuego ( esto se puede sustituir por "a fuego lento") y desque esté caliente apartarlo del fuego, y echarle las yemas de los huevos batidos dentro, y tres o cuatro onzas de azúcar dentro (una onza viene a ser una cucharada sopera bien colmada, hasta arriba) y tornarlo a las brasas y si queréis darle color echarle un poco de azafrán (sí, has leído bien), y después tornarlo a las brasas, y trayéndolo siempre a una mano ( es decir, removiendo en la misma dirección) hasta que esté espeso que os parezca que está bueno, y entonces catarlo de sabor, y si está bueno, apartarlo del fuego a reposar, y moler azúcar y canela (estas cosas ahora ya las solemos comprar molidas, trabajo que nos ahorran) para echar sobre las escudillas.

¡A disfrutar!
P.S. La próxima receta será de carne.

1 comentarios:

Uno, trino y plural dijo...

Estaba pensando qué extraño manjar serían las escudillas. Le he preguntado a Google y me ha llamado idiota. Con razón. El nombre me encanta, quedan desterradas las natillas de mi vocabulario.

Caosmeando

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