martes, 7 de abril de 2009

De por qué decir Te Quiero

¿Por qué decir te quiero?
Soy una de esas personas que sienten la necesidad de decirlo a todas horas; incluso dado el caso, de encontrar a alguien para poder decírselo. Y sentirte bien.
No sé si será un caso generalizado; desde luego las conversaciones que últimamente mantengo con amigos y consejeros ocasionales me dan razones para pensar que no, que no hay por qué. Tómatelo con calma, me dicen.
Empecé con una chica, la cosa va bien pero, arrggg, me falta algo, me falta poder quitarme el peso de encima que esas dos palabras hacen en mi estómago.
¿Pero por qué necesito decirlo? Si la cosa está bien, si soy feliz, si estoy agusto como nunca antes junto a esa persona...¿Tan importante son las palabras? Qué más da ponerle nombre a algo, lo importante es el sentimiento, ¿no?

No.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ya se que este no es mi blog, pero no puedo decirlo en otra parte.Hoy se ha apagado mi sol y solo quiero dejarme llevar por mis tripas y llorar desconsoladamente.No pasa nada, mañana será otro dia pero hoy:

I
Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines: Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde ( repites vanamente )
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente

para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.
II
Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.

Borges.

No me vendría mal un amigo, ya sabes...

Anónimo dijo...

Lo necesito , no me dejae pasar también este mal trago sola.

Caosmeando

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