Chu Fu Tze, negador de milagros, había muerto; lo velaba su yerno.
Al amanecer, el ataúd se elevó y quedó suspendido en el aire, a dos cuartas del suelo.
El piadoso yerno se horrorizó. -Oh, venerado suegro -suplicó- no destruyas mi fe de que son imposibles los milagros.
El ataúd, entonces, descendió lentamente, y el yerno recuperó la fe.
FIN
Cuento tradicional chino; Anonimo
3 comentarios:
Se os ve la entrada en fondo blanco??????
Si es asi lo siento mucho, nose que hacer para ponerlo bien...
Salud
Sí, se ve en blanco, pero el texto de por sí ya basta.
A mí no se me ve en blanco.
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